La tensión que se vive en Libia, y que ha arrojado más de 500 muertos, ha disparado los precios del petróleo, el oro y la plata y sumergido a todas las bolsas del mundo. El petróleo Brent supera los 93 dólares el barril mientras que el West Texas escaló a los 105 dólares después de que se conociera que los trabajadores de un campo petrolífero de Libia están en huelga por los disturbios violentos que vive el país. Libia es el noveno productor mundial produce 1,6 millones de barriles de petróleo al día y cuenta con las mayores reservas de petróleo de África. El año pasado fue el duodécimo exportador mundial. Abastece principalmente a Italia, España y Alemania.
Esta nueva crisis del petróleo tiene una dimensión diferente a la acontecida en Egipto. Mientras en aquella la preocupación central era el bloqueo del Canal de Suez, esta vez la importancia es el nivel de la producción de Libia. British Petroleum ha señalado que comenzará la evacuación de su personal para protegerlo ante un recrudecimiento de la violencia. Para completar el cuadro del momento, los buques de guerra de Irán han sido autorizados a cruzar el Canal de Suez.
El mayor foco de tensión se vive en estos momentos en Libia. Ayer, un líder tribal amenazó con cortar el flujo si la ofensiva del Gobierno contra los manifestantes continúa. Las protestas contra el líder libio Muammar Gadafi se extendieron a la capital, Trípoli, y su hijo se comprometió a luchar hasta el “último hombre en pie”, después de que decenas de manifestantes fueran asesinadas en la oriental ciudad de Benghazi. Por otra parte, el oro volvió a servir de refugio a los inversores y superó, por primera vez desde el 4 de enero, los 1.400 dólares por onza.