Un tiro en el pie: así ha sido la política energética de la UE que obliga a declarar como verde al gas

Un tiro en el pie: así ha sido la política energética de la UE que obliga a declarar como verde al gas
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En un mundo de imposibles, seguimos para bingo. Si no han visto suficiente nuestros ojos en los últimos dos años, la vida política vuelve a sorprendernos de nuevo para mal. Porque ahora resulta que lo que contamina ya no. Por arte de decreto.

¿Cómo se quedan si les contamos que el Parlamento Europeo ha declarado como 'energías verdes' el gas y la energía nuclear? A cuadros, ¿verdad? Pues así es, señores.

El Parlamento ha dado luz verde (y nunca mejor dicho) a una propuesta que se hizo a principio de año para que estas dos energías, de las más contaminantes del mundo, sean declaradas como verdes para la generación de electricidad. Supuestamente, son energías de transición hacia energías más limpias, pero vaya, no hay por donde cogerlo.

Greenpeace ya ha dicho que va a denunciar este plan ante el Tribunal de Justicia de la UE, porque el asunto no tiene ni pies ni cabeza. Sobre todo teniendo en cuenta que en muchos estados se están desmantelando las nucleares, como en España, por ejemplo. Que por cierto está en contra de esto.

Vamos, que Bruselas se da un tiro en el pie con esta decisión, porque de este modo lastra la verdadera transición hacia un sistema energético verde de verdad, el cual sería más sano y más barato.

La guerra trastoca la sostenibilidad europea

Esta decisión se ha acelerado por la guerra en Ucrania, ya que el corte de suministro de gas ruso a muchos estados y los roces que está teniendo con Europa complican el panorama. Por ello, se ha dado un lavado al gas y la nuclear con el propósito de llegar al objetivo 2050 de una Europa realmente verde.

Lo que pasa es que esto va a retrasar más ese objetivo aunque Europa no lo vea. ¿Por qué? Primero porque la inversión va a seguir yendo mayoritariamente al gas y la nuclear, energías más baratas de producir. Es decir, llegarán menos recursos a las energías limpias para su desarrollo y expansión, por lo que seguiremos en las mismas.

Además, se van a poder beneficiar de los bonos 'Next Generation' que está repartiendo Europa, ya que se consideran energías verdes. Más dinero todavía. Así, será difícil limpiar de CO2 el continente como se supone que Bruselas quiere.

Porque claro, ¿ahora quién se va a creer que Europa apuesta de forma decidida por las energías limpias? Pues básicamente nadie, porque lo que hace es lavar la cara a las sucias con tal de ganar tiempo y no gastar dinero en la transición ecológica real.

Es cierto que hay un problema energético derivado de la excesiva dependencia del gas ruso, pero la solución no es trampear con los términos y continuar con el status quo que tienen las energías contaminantes, ya que el mensaje que se lanza al mundo es cuanto menos lamentable.

Vale, dales más chance si quieres a estas dos energías porque tenemos un problema de abastecimiento, pero no hagas pasar una cosa por lo que no es, porque Bruselas queda en mal lugar y manda al garete su propio plan de lucha contra el cambio climático. Credibilidad cero.

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