La empresa de rating, Standard & Poor's, ha anunciado que está considerando la posible bajada de la calificación de España, su rating, teniendo en cuenta su situación económico-financiero, en el contexto de las actuales dificultades internacionales.
Normal. Está claro, como se acaba de hablar en estas páginas, que España está en una situación financiera mucho más complicada que hace poco y que esta situación empeorará bastante más, antes de que mejore.
Siempre se debe cuestionar si un país que está en camino de generar un déficit público por encima de lo permitido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea, que empezó a funcionar en 1997 y que fue una parte clave del acuerdo que llevó a la introducción del euro, debe estar con el máximo rating.
No obstante, teniendo en cuenta cómo estas empresas han actuado de costumbre, no hay que preocuparse mucha cuando ellas se pronuncian. El desastre que estas empresas de rating han efectuado en momentos críticos de su historia, confirma que su credibilidad, su profesionalidad y su independencia son altamente cuestionables/strong>.
Lo que acostumbran es hacer su análisis, darnos su rating, cobrar por ello y, después de que la entidad evaluada suspende pagos, bajan el rating. Es decir, su aportación no tiene ningún valor.
Es verdad que el grueso de sus ratings no suspenden pagos, pero eso es precisamente la razón por tener un rating, para que nos adviertan de los problemas antes de que salten. Que lo hagan después no tiene ningún mérito.
Es obvio que los países ahora están en situación más complicada en términos financieros e, incluso, en términos de solvencia. Que no cambien su rating confirmaría lo de siempre, que no les gusta dar malas noticias a las entidades que tienen el rating, ya que estas son las que les pagan.
Es decir, que como inversores no nos sirven.
Vía | Finanzas En El Blog Salmón | Solbes admite que el déficit se disparará y Otro fallo de las empresas de rating