Hace unas semanas explicamos cómo el último informe de la EPA indicaba que la creación de empleo se ralentizaba en nuestro país. Y esto es un síntoma de los problemas económicos pueden estar cerca.
Cada día que pasa se oyen noticias más catastrofistas de la economía, y que la Fed haya bajado los tipos hace unos días, a pesar del fuerte crecimiento de EEUU, es una señal de que se avecina una crisis grave. Pero lo peor es que cada dato publicado nos lleva en la misma dirección.
La Airef rebaja las tasas de crecimiento
Un de los indicadores más fiables que tenemos para medir lo que está haciendo la economía española la hace la Autoridad Fiscal Independiente. A partir de datos que se van publicando elaboran un índice de lo que va a crecer el PIB en el trimestre en curso y en el siguiente trimestre. Ahora mismo están evaluando el T3 y el T4 de 2019.
En el pasado este indicador, el Mipred, ha sido bastante fiable para predecir el devenir económico de España, aunque todavía le hace falta estrenarse en escenarios de decrecimiento, pues solo ha visto épocas boyantes.
Cada vez que hay un nuevo dato publicado Mipred se va actualizando. Y el problema es que a cada dato nuevo publicado el indicador va bajando. Ahora mismo indica que este trimestre España crecerá un 0,43% y el siguiente trimestre un 0,47%, con lo que la tasa anual este año rondará el 2,2% (frente al 2,6% de 2018). No es un mal dato pero el problema es que es a la baja.
Lo realmente preocupante es que solo un día antes la previsión para este trimestre fue del 0,47% y para el siguiente trimestre un 0,52%. Lo dicho, con cada dato económico publicado la previsión va a la baja. Hasta septiembre no habrá cambios en el indicador ya que no habrá nueva información publicada de la que se nutre el modelo.
Los datos internacionales empiezan a ser malos
Y es que los indicadores no van a dejar de empeorar. Lo publicado estos días sobre Alemania es preocupante: la confianza empresarial está en mínimos desde 2011 y se cree que este mismo año entraría en recesión (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo).
Por otro lado la guerra comercial entre EEUU y China condiciona muchos negocios. Esta absurda lucha hace que políticamente se esté induciendo una crisis global que empeore nuestras vidas sin que haya factores exernos difíciles de controlar.
¿Lograremos evitar la crisis?
Sin embargo, y a falta de herramientas políticas ya que tenemos un Gobierno en funciones y un parlamento sin acuerdos, España tiene una oportunidad para sortear la crisis: la política monetaria del BCE.
Ya sabemos que el BCE puede actuar para mejorar la situación económica, lo vimos cuando Draghi, con su famoso Whatever it takes salvó al euro y a los países de la eurozona con medidas monetarias no convencionales. Y aunque el mandato de Draghi acaba en otoño, el nuevo perfil de la futura gobernadora, Christine Lagarde, mucho más política, parece que seguirá la línea implantada por el italiano.
Ya lo está adelantando el BCE, el otoño habrá nuevas medidas monetarias para activar la economía. Si España logra hasta entonces evitar la crisis, si además seguimos creando empleo, sería una buena noticia. Siempre que no caigamos en nuevas burbujas que nos estallen con fuerza como con el largo periodo de crecimiento que tuvimos entre 1993 y 2008.
Me gustaría pensar que somos el nuevo Australia, un país que lleva 28 sin recesiones, pero me temo que es complicado. De momento seguiremos vigilando las previsiones de la Airef y atentos a las medidas que tome el BCE.