Las asambleas generales de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa han aprobado el proyecto de fusión de las tres cajas de ahorros. Con esta aprobación ya sólo falta la ratificación por parte de la Generalitat para que la nueva caja de ahorros comiencde su andadura como una sola entidad.
Esta fusión ha sido una fusión imprescindible dadas las dificultades por las que atraviesa principalmente Caixa Catalunya, con unos exiguos resultados de 79 millones de euros en el año 2009 y con un stock inmobiliario que ni ellos saben hasta donde alcanza. ¿La solución? 1.250 millones de euros reforzando el capital de la nueva caja mediante el FROB en participaciones preferentes. En esta línea, Narcis Serra abandonará la presidencia de la caja catalana después de la constitución del nuevo Consejo de Administración en el mes de julio. Sale con la dudosa honra de haber realizado una de las peores gestiones al frente de una caja que compite en malos resultados con Cajasur.
La entidad resultante tiene por delante un camino complicado. Los refuerzos de capital que obtiene no son a coste cero y la remuneración anual de las preferentes al FROB superará los resultados que ha obtenido la caja en el 2009. Como último recurso, la caja resultante siempre puede deshacer posiciones en Repsol.
A pesar de las dificultades, estas fusiones son imprescindibles y van lentas por el resto del organigrama de cajas, tal y como ocurre con el bloqueo a la fusión de las cjaas gallegas o el culebrón Unicaja-Cajasur que tiene toda la pinta de finalizar en un drama.
El BBVA sigue remarcando la urgencia en la restructuración del sector financiero en pleno, pensando fundamentalmente en la cajas de ahorros y en el maremagnum que tienen todas las cajas del pais. Esperemos que el Banco de España soga presionando para que la fusiones se aceleren por el bien de toda nuestra economía.
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