El tema de esta semana ha sido Bankia, que empezó la semana contra las cuerdas tras mostrar los datos de morosidad a la CNMV haciendo que el Gobierno se plantease una inyección de 7.000 millones de euros, y terminó la semana siendo nacionalizada.
El culebrón de Bankia, que ya nació en medio de cierta controversia por la elección del nombre, generaba ciertas dudas desde sus inicios, y algunos ya advertían de que a medio plazo podía suponer un problema para el FROB.
La nacionalización de Bankia, no es ni mucho menos la solución a los problemas de la entidad, y sólo conduce, de nuevo, a que paguemos entre todos los desaguisados que con su mala gestión han hecho unos cuantos, con el agravante de que eso implica seguir recortando en otras partidas mucho más necesarias para todos.
El gobierno se ha visto abocado a tomar una serie de medidas, para minimizar el efecto de los activos tóxicos de las entidades. Sin embargo todavía no consiguen terminar de despejar las dudas que surgen en torno a todo este culebrón.