Google ha presentado hoy su tarjeta prepago Google Wallet Card, sistema que permitirá retirar dinero de las cuentas Google Wallet de EEUU que tengan la identidad verificada y en simultáneo pagar en terminales físicos que tengan el soporte de MasterCard. Es decir, prácticamente el 100% de los TPVs físicos de EEUU.
Google no es la primera tecnológica que lanza una tarjeta física para pagos, tal y como ya hizo por ejemplo Paypal, aunque si ha sido la primera que comenzó a ofrecer financiación en su propios productos a empresas. No obstante, el camino a seguir por las tecnológicas no es el medio de pago, sino la obtención de ficha bancaria si realmente quieren hacer algo grande en el segmento.
La intermediación en los medios de pago, no hay hueco
Ahora mismo, Google necesita de un acuerdo con MasterCard para que su tarjeta funcione y el saldo disponible para pagos está limitado por tres variables:
- Saldo existente en la cuenta Google Wallet
- Saldo límite de la tarjeta de crédito asociada a la cuenta Google Wallet o´
- 5.000 dólares diarios de pago.
En todo caso, el problema real del medio de pago está en la comisión, puesto que enviar un pago o depositar fondos en la cuenta Google Wallet tiene un coste del 2,9% con un mínimo de 0,30$. Estas tarifas son inasumibles en España por ejemplo para usar una tarjeta como medio de pago, puesto que el sector bancario no aplica estas comisiones por la disposición de fondos. ¿Solución? La ficha bancaria
La ficha bancaria para las tecnológicas, el camino a seguir
Cualquier empresa que quiera tener una presencia importante en el segmento de medios de pagos y que su uso sea masivo, debe tener ficha bancaria. Si no se tiene ficha bancaria, siempre va a depender de unos costes de transacción importantes con terceros que va a provocar que sus servicios no sean competitivos.
Pensemos en el caso español y por extensión el europeo. Actualmente, el coste de una tarjeta de débito o tarjeta prepago en España es de cero euros a 40 euros anuales, dependiendo del perfil de cliente y vinculación con la entidad.
Si el coste anual de mi tarjeta es cero euros y aparte no tengo sobre-coste por la cantidad pagada, puesto que opero sobre los fondos de mi propia cuenta ¿cómo voy a escoger pagar con una tarjeta de terceros que me cobra un 2,9% de comisión por el importe de dinero que pago?
Este coste que aplica Google es su propio beneficio y el coste que le conlleva la liquidación a terceros por el uso de sus medios de pago, coste que se disminuye siempre y cuando puedas retribuir fondos de tus clientes y tengas ficha bancaria y cuando elimines el intermediario para las operaciones de tus cuentas. ¿Veremos algún día el Banco Google o el Banco Apple? Con el efectivo que tienen en balance, no sería de extrañar, mientras tanto, la Google Wallet Card es una pijada geek bastante cara.
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