Las acciones tecnológicas han perdido un 20 por ciento en las últimas semanas. Hay angustia en los mercados bursátiles. Dos jornadas de estrepitosas caídas globales dan cuenta de la fragilidad de unos mercados hinchados por la burbuja de crédito. Los precios de los activos no tienen nada que ver con su valor real. Muchas empresas están sobrevaloradas y algunas, como Facebook, se han gastado parte de esos ingresos ficticios. El tsunami puede tener consecuencias devastadoras. Tras siete años de crisis, la solución vía política monetaria solo ha retroalimentado las burbujas. Se ha negado la realidad para fortalecer a la banca, y es justamente la patética debilidad de la banca la que sigue siendo el mayor peligro de la crisis. JPMorgan ha visto reducir sus ganancias en un 19% en lo que va de año, en su trimestre más duro desde el año 2008. Y ahora no recibirá ningún salvavidas. El Nikkei se ha apuntado una caía de 7,3 por ciento en las últimas semanas y los índices de las bolsas europeas han perdido más de 4,4% en los primeros días de abril.
Un sistema financiero famélico
A siete años del inicio de la crisis, el FMI ha emitido un alarmante informe sobre el estado del sistema bancario de la zona euro. Siete años ha tardado el FMI en detectar la gravedad de la crisis y el famélico estado del sistema financiero, tema que planteamos en Los peligros del desapalancamiento y la contracción del crédito global. Con gran sorpresa, el FMI indica que la morosidad se ha duplicado desde el año 2009 y ahora se sitúa en los 800.000 millones de euros. Estos niveles de endeudamiento son los que han obligado a la banca a acelerar el desapalancamiento y crear un problema mayor. El dinero no fluye, pese a que nunca antes en la historia el sistema financiero había gozado de tantos y nutridos caudales de liquidez.
Todo ese dinero que tan abundantemente ha llegado al sistema financiero, solo ha fomentado la creación de enormes burbujas en los mercados tecnológicos y financieros. Muy pronto comenzará el desvanecimiento de estas burbujas. La llamada "corrección de los mercados" ya está en marcha y tendrá diferentes grados de severidad. Los mercados suelen sufrir trastornos cada 6 o 7 años, como ha sido la tónica desde el fin del acuerdo de Bretton Woods, y puede que ahora estemos entrando en esa fase del ciclo bajista que muchos asocian con el miedo.
La caída de los mercados refleja la sobrevaloración de las acciones en momentos en que se vive una sostenida tendencia de desaceleración económica. El anuncio de una caída en el PIB chino de 3 décimas para este año puso en reversa a los mercados. China está pinchando su colosal burbuja crediticia y esto se hizo sentir en el fracaso de la subasta de bonos del gobierno chino realizada ayer. Un fracaso que refleja el nivel de nerviosismo ante la desaceleración del crecimiento de la segunda economía más grande del mundo.
Sumándose a la tendencia deflacionaria que recorre Europa, los precios en China cayeron un 0,5 por ciento en marzo respecto al mes anterior, con caídas en las ventas de propiedades y débiles cifras en la producción industrial y comercial. Los precios al consumo acumulan seis meses de retroceso, mientras los precios mayoristas acumulan 18 meses de descensos. Pese a estos datos, el gobierno chino ha rechazado los llamados a aplicar planes de estímulo dado que quiere dar una lección a los especuladores y a un sistema financiero que crea miles de millones de dólares desde la nada. Esta puede ser un buena noticia para China, pero es un dato de alto riesgo para el resto del mundo. China deja de ser el amortiguador de las crisis de occidente y esto puede hacer reventar muchas burbujas.
En El Blog Salmón | Los peligros del desapalancamiento y la contracción del crédito global, Implosión monetaria y desapalancamiento financiero, la pesadilla continúa