El gran crecimiento de criptomonedas como Bitcoin o Ethereum ha hecho que surja un mercado para crear este tipo de monedas que apenas valen nada: son las shitcoins, criptos que realmente no valen nada y que no tienen una misión más que intentar que sus creadores se enriquezcan.
Esto no llevaría a ningún sitio si no fuera porque algunos están jugando a meter dinero en este tipo de criptomonedas por si acaso "explotan" y en el camino se hacen ricos. Es una especulación de muy alto riesgo y lo normal es que no sirva para nada.
La teoría de invertir en shitcoins
La teoría que lleva a alguna gente a usar esta práctica es que si se invierte en criptomonedas que apenas valen nada y estas suben, lo harán mucho. Si una criptomoneda cuesta un céntimo, con que suba a diez céntimos ya estamos hablando de multiplicar por diez la inversión, y ni siquiera la criptomoneda ha logrado algo de relevancia. Si sube a unos pocos dólares la rentabilidad será ya brutal.
Por otro lado los inversores en este tipo de mercados intentan, después de realizar la inversión, que la moneda coja tracción, haciendo ruido en redes sociales sobre lo disruptiva que esta nueva moneda. La idea detrás de todo esto es convencer a otros inversores pero no es ni más ni menos que un burdo intento de manipular el mercado.
Esta estrategia parece nueva pero no lo es. En los mercados bursátiles también se hacía esto con las llamadas "penny stocks". Acciones de empresas que apenas valían unos céntimos, que si se lograban "calentar" con bulos podían llegar a subir. En El Lobo de Wall Street se puede ver que realmente son las grandes manos del mercado los que se forraban con esta práctica, no los incautos inversores minoristas.
La realidad
Lo cierto es que el plan puede parecer espectacular pero la realidad es muy distinta. Primero, existen miles de shitcoins. Para tener una posibilidad de que el plan funcione hay que invertir en muchas (diversificar). Por otro lado para lograr una ganancia relevante hay que invertir cantidades razonables, no basta meter un euro en cada una ya que una rentabilidad x100 sería espectacular pero no aportaría casi valor.
Al final lo cierto es que para que esta estrategia tenga visos de funcionar hay que invertir mucho dinero y no hay apenas garantía de que vaya a funcionar. Es, desde luego, una estrategia de muchísimo riesgo, puramente especulativa y destinada, en la mayor parte de los casos, a perder todo el dinero de la inversión.
No hay más que ver las rentabilidades de algunas criptomonedas shitcoin en periodos de 7 días: no solo no suben sino que pierden prácticamente todo lo que valen, como nos indica en su tweet @ORamosBets:
Me pinchas y no sangro.
— O.R. (@ORamosBets) November 1, 2021
¿A cuántos inversores medianamente serios crees que habrá pillado dentro este tipo de “shitcoin”?
A ninguno.
Mención especial al “Juego del Calamar” que ha hecho eso, jugar con quienes habían comprado, buena metáfora. Ayer 3000$ hoy 0.003$ pic.twitter.com/UVXvvfc1S8
Y no solo eso, sino que por el camino hay directamente timos, como el de la criptomoneda Squid Game, que aprovechándose de la popularidad de la serie de Netflix lanzaron este timo que atrajo incautos y luego desparecieron con el dinero.
Por tanto, mucha precaución con este tipo de prácticas: lo normal es que se pierda todo el dinero. Y si aún así lo queremos probar, que sea con la parte de los ahorros que no nos afectaría si desapareciesen completamente.