Hace unas horas me he quejado de las actuaciones de algunos vándalos que impiden a comercios, trabajadores y empresas ejercer libremente su derecho al trabajo mientras ellos presionan hacia la huelga. Esta crítica hacia la huelga de la silicona no quita que haya también muchos empresarios y mandos intermedios que han presionado a sus trabajadores para que no ejerzan su derecho a la huelga, que probablemente actuarán fuera de la ley que tomarán represalias para algunos trabajadores por el mero hecho de ser consecuentes con sus ideales y no trabajar hoy.
Mi máximo desprecio y rechazo para aquellas personas que desde el poder que otorga la dirección de una empresa no respetan la libertad de sus trabajadores y no respetan tampoco un derecho constitucional como es la huelga. Podemos compartir o no sus objetivos, podemos discutir ampliamente si esta reforma laboral es adecuada o no, pero cualquier empresa que coarta la libertad de sus trabajadores los presiona para que no actúen conforme su voluntad de ir o no ir a una huelga merecen ser sancionadas duramente.
Hoy, muchos comercios y empresas han sufrido coacciones, quizá algún acto vandálico y probablemente algún problema para desarrollar su actividad normal. Sí alguien se ha extramilitado, actúe conforme a la ley, denuncie los hechos y espere a la justicia.
Pero no se tome la justicia por su mano, no recurra a la ley del miedo y la amenaza del despido o represalias hacia sus trabajadores porque un huelguista está convencido que la reforma laboral es mala y por eso sale a la calle y abandona su puesto de trabajo. Es más, es muy probable que usted tampoco esté muy de acuerdo con la situación económica actual, con la crisis en la que estamos pasando y probablemente, su cuenta de resultados también le aconseje que salga a la calle, aunque haya decidido finalmente lo contrario.
La huelga no es contra la empresa, es contra la situación y contra las leyes y como ya dije en la última huelga general, hoy perdemos todos. Que esas pérdidas no se trasladen a la libertad individual de los individuos, porque si algo nos queda a día de hoy, es eso, libertad y dignidad para defender cada persona sus ideales.
En El Blog Salmón | El poder de la silicona en la huelga general
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