Cada vez se ven más gasolineras sin empleados en España. Estas gasolineras consisten básicamente en un surtidor en el que el usuario hace todo el trabajo, desde servirse (cosa bastante habitual en las normales, por cierto) hasta pagar.
La ventaja para el consumidor es clara, al haber un ahorro en costes de empleo el precio puede ser más bajo. Pero también tiene algunas desventajas como apunta Facua.
La organización de consumidores Facua ha indicado que estas gasolineras generan bastantes problemas al consumidor: deja toda la seguridad en manos de este, no hay forma de poner una reclamación o pedir una factura y no están adaptadas a discapacitados. Efectivamente son problemas reales y aunque son legales habría que resolver estos puntos.
Sin embargo la inmensa mayoría de las veces el protocolo que seguimos al llenar el depósito sucede sin incidencias. Y lo que más nos preocupa es el precio del combustible y no hacer cola para pagar. Y este tipo de gasolineras cumplen perfectamente su función.
Empleo en peligro
El punto más conflictivo, creo yo, es que si este sistema se generalizara se destruirían muchos puestos de trabajo, cosa que quizá Facua no menciona pero que parece rondar esta acción de protesta. ¿Debe una asociación de Consumidores apoyar el empleo? Por poder pueden hacer lo que quieran, pero no parece su cometido principal (aunque indirectamente los consumidores se pueden ver afectados por la falta de empleo).
El debate de la destrucción de empleo en entornos poco productivos o fácilmente mecanizables es algo recurrente. Pero es imposible parar las tendencias. Ya lo dije hace tiempo, todo empleo que no conlleve algo de creatividad está en peligro. Y en otros países como Italia o Francia las gasolineras sin empleados llevan viéndose al menos diez años. Quizá sea éste un motivo por el que los precios de los combustibles antes de impuestos son más baratos que en España (no desdeño el oligopolio que hay en España, símplemente aporto un motivo más).
Imagen | CazaNo7