Con todas las escuelas de negocios que existen, es fácil suponer que la gestión es una ciencia que tiene claridad, que tiene uniformidad, es decir, que hay acuerdo de lo que es, y qué se puede enseñar.
La realidad es que la gestión tiene muy poco de ciencia dura y por eso algunos lo llaman ciencia social.
Ser una ciencia incierta, no lo hace menos importante ya que la buena gestión lleva al éxito de la empresa y la mala gestión al fracaso.
Una gran parte importante de la buena gestión se refiere al trato personal, el trato con los trabajadores.
La gestión no sólo impacta cómo los trabajadores funcionan, con la mala gestión son 51% menos productivos y 44% menos rentables, pero impacta también su salud.
Un buen jefe consigue más efectividad laboral de sus trabajadores y estos también tienen mejor salud, comparado con los trabajadores que trabajan bajo malos jefes o bajo jefes ineficientes. Más estrés, más hipertensión y más problemas cardiacos.
Puede que no haya una forma concreta de definirlo pero es importante hacerlo bien.
Vía | ADN En El Blog Salmón | Los diez defectos capitales de los jefes, Los jefes siguen dando guerra y A los jefes se les copia