El gasto de incapacidad temporal al final de este año alcanzará los niveles más altos desde el año 2010, ya que llegará en torno de los 6.654 millones de euros.
No es la primera vez que Hacienda se queda corta con sus previsiones, ya que el pasado año tuvo que añadir 998 millones de euros al presupuesto para pagar todas las prestaciones, y este año parece que va a pasar lo mismo.
La duda que nos puede surgir: ¿Pero como ha evolucionado el gasto del Fondo de la Seguridad Social desde el inicio de las crisis en el 2008? Está claro que en estos últimos años la incidencia de la incapacidad temporal ha sido un gran protagonista de nuestra Seguridad Social.
Incumplimiento del objetivo de estabilidad de los Fondos de la Seguridad Social
El objetivo de estabilidad fijado inicialmente para los Fondos de la Seguridad Social fue del 0,3 por ciento del PIB y actualmente los datos de la APE lo marca en los 1,1 por ciento del PIB.
El ajuste necesario para alcanzar el objetivo, partiendo de los datos del 2015 y teniendo en cuenta la transferencia que realiza al SEPE, debería ser del 0,7 por ciento del PIB. Pero la evolución observada hasta la fecha y la ausencia de medidas, se ve que no se va alcanzar este ajuste como muestra el gráfico de ‘AIREF’ sobre la capacidad / necesidad financiación de fondos de la Seguridad Social:
El crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social ha alcanzado un 2,9 por ciento en junio del 2016, junto con un aumento de las remuneraciones y el agotamiento de las reducciones para fomentar la contratación, esto permite un aumento de la recaudación por cuotas que por situarse alrededor del 3,4 por ciento a final de año.
El aumento previsto de cotizaciones de ocupados es superior al crecimiento del gasto en pensiones contributivas. El gasto en las pensiones ha aumentado alrededor del 3 por ciento mostrando la moderación en el crecimiento del número de pensionistas como muestra el gráfico de ‘AIREF’ sobre empleos de los Fondos de la Seguridad Social:
Este aumento ha sido producido por la aplicación del ‘Índice de la Revaloración de Pensiones’ y la reducción del gasto en el complemento a mínimo de pensiones, que durante el mes de mayo de este año fue un 2 por ciento menor.
Ha habido una reducción del gasto en prestaciones por desempleo debido a las prestaciones contributivas aunque ha sido menor que el registrado durante el año 2015.
La reducción del gastos en las prestaciones por desempleo ha sido consecuencia de la mayor actividad del mercado laboral como del agotamiento de las prestaciones contributivas y del derecho a percibir la prestación de los parados a larga duración donde la tasa de cobertura se ha reducido hasta el 52,9 por ciento en el mes de mayo.
Evolución del gasto de la Seguridad Social en sus diferentes prestaciones
El gasto en las pensiones contributivas mantiene un crecimiento anual del 3 por ciento como consecuencia de un mayor número de pensiones, un 1,13 por ciento más, del efecto sustitución por el mayor número de nuevas pensiones, un 1,63 por ciento más, y la actualización de las pensiones en vigor, un 0,25 por ciento.
El reconocimiento del complemento por maternidad para las pensiones de mujeres con dos o más hijos, supone un mayor nivel de gastos de entre el 5 por ciento y el 15 por ciento que beneficia a 124.000 pensionistas.
Existe una insuficiente dotación de gastos asignados a la prestación de incapacidad temporal, ya que se doto 5.404 millones de euros para atender las prestaciones de incapacidad temporal, un 12 por ciento menos que el año pasado, aunque este gasto ha crecido un 14,5 por ciento, recuperando niveles anteriores a la crisis.
La importancia del gasto en Incapacidad Temporal dentro de la Seguridad Social
La prestación económica de Incapacidad Temporal trata de cubrir la pérdida de renta que se produce cuando los empleados están imposibilitados temporalmente para trabajar por una enfermedad o por un accidente. Las prestación se gestiona por las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social y el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Los afiliados al Régimen Especial de Autónomos tienen la obligación de cotizar por IT desde el año 2008 para contingencias comunes.
El gasto en Incapacidad Temporal tiene el carácter procíclico, es decir, se reduce en épocas de recesión y aumenta en etapas de crecimiento económico. Este comportamiento se produce no solo por el volumen de trabajadores protegidos en épocas de recesión sino porque los trabajadores reducen su incidencia en estos períodos.
El máximo gasto se alcanzó en el año 2008 con 7.540 millones de euros. En los ‘Presupuestos Generales del Estado del 2016’ el gasto destinado es de 5.398 millones de euros, al que se tiene que añadir 357 millones de euros adicionales por la firma de convenios con las Comunidades Autónomas de régimen común para el control de las prestaciones como muestra el gráfico de ‘AIREF’ sobre la evolución del gasto en prestaciones de IT y desempleo:
La incidencia media mensual definida como número de procesos iniciados por cada 1.000 trabajadores protegidos, presenta un comportamiento también procíclico: se reduce en épocas de alto desempleo y aumenta en épocas de crecimiento, pero también existe una diferencia entre provincias como muestra el gráfico de ‘AIREF’ sobre la evolución de la incidencia y duración de los procesos de IT:
Analizando el gasto de los trabajadores por cuenta ajena el gasto medio anual por afiliado a precios constantes de 2016 alcanza su máximo también en el año 2008, reduciéndose en el año 2013 y aumentado a partir de este año.
El mayor gasto se producirá en el 2019
Lo normal es que el gasto siga creciendo durante los próximos años y seguramente según los cálculos de Airef puede llegar su máximo en el año 2019 como muestra el gráfico de ‘AIREF’ sobre el gasto medio de la Incapacidad Temporal por afiliado ocupado por cuenta ajena:
En los primeros meses del año, el número de incidencias registradas cada mes ha aumentado a 371.682, lo que supone un aumento del 24 por ciento respecto del año pasado, que fue de 298.924.
La incidencia por cada mil trabajadores también ha aumentado considerablemente, pasando de 20 a 25, aunque la duración de las bajas se ha reducido: mientras en el año 2015 era de 37,8 días, durante el 2016 ha disminuido a 34,23 días.
En los primeros meses del año, el gasto en bajas laborales ha aumentado un 14 por ciento hasta los 1.819 millones de euros, con lo que se ha consumido más del 33 por ciento del presupuesto previsto para todo el año 2016.
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