La policía griega disuelve con gases lacrimógenos una manifestación de jubilados, ¿qué está pasando con las pensiones?
Grecia vuelve a las portadas y, como casi siempre, con noticias nada gratas. El problema es el de siempre, hay un silencio informativo y de repente vuelve a la actualidad con poco contexto previo. Lo de ayer es, desde luego, sorprendente: la policía disuelve con gases lacrimógenos una manifestación de jubilados.
Los jubilados se manifestaban contra la última reforma de las pensiones del gobierno de Syriza e intentaron tomar por la fuerza hacia la oficina del primer ministro, Alexis Tsipras. Aunque el líder ha ordenado la policía que no vuelva a utilizar métodos tan violentos para contener a los manifestantes, la imagen de Grecia, de nuevo, ha quedado dañada.
Pero, ¿por qué se manifestaban? ¿Cómo ha sido la reforma de las pensiones para que haya manifestaciones violentas? ¿En qué situación se encuentra económicamente Grecia en estos momentos?
Las reformas de las pensiones en Grecia
Grecia ha sufrido numerosas reformas de las pensiones desde que estalló la crisis. Desde 2010 ha habido al menos 4 reformas y más de 10 recortes de las cuantías. Y lo cierto es que el sistema de pensiones previo a 2010 era bastante demencial, como casi todo en Grecia.
Antes de 2010 las pensiones no estaban directamente ligada a las contribuciones, dependía, y mucho, del grupo gremial al que se cotizaba. En el sistema de pensiones griego había (y sigue existiendo) varias cajas, y se contribuía a todas ellas. Algunos gremios reciben mucha más pensión que otros cotizando la misma cantidad.
Además el retiro antes de la edad oficial de jubilación era muy ventajoso. Todo esto se endureció en 2010 pero también tuvo un efecto perverso. Mucha gente de 50 años aprovechó para jubilarse con el sistema antiguo que era muy beneficioso. Esto hizo que en 2015 hubiera 2,7 millones de pensionistas por solo 3,3 millones de trabajadores, claramente insostenible.
El problema es que a pesar de las sucesivas reformas en las pensiones el déficit sigue siendo importante en Grecia. Y el crecimiento económico sigue en negativo desde que estalló la crisis con un breve paréntesis el año pasado que acabó reventando por las negociaciones del tercer rescate. Los seis meses posteriores al rescate fueron terribles.
La última reforma de las pensiones ha traído algunas cosas muy demandadas desde hace tiempo en Europa, y que son de sentido común. La más importante, dejar de discriminar a los trabajadores por profesión. Y esto ha sido muy polémico.
Las quejas de los pensionistas
La reforma se aprobó en mayo, para que se desbloqueara el segundo tramo del rescate. Y aunque entonces hubo manifestaciones ahora las ha vuelto a haber debido a la aprobación de los Presupuestos para 2017, donde se fija un superavit primario (antes del pago de intereses de la deuda) del 1,8% del PIB.
A pesar de que muchas de estas reformas tienen sentido, la realidad es que estamos hablando de recortar las pensiones. En una situación ideal en la que se pretende que las pensiones sean más justas para todos unos saldrían ganando y otros perdiendo. En el caso de la insostenible situación de las cuentas públicas de Grecia, todos pierden.
La pensión media del país se sitúa en 665 euros y las pensiones superiores a 2000 euros al mes han sufrido recortes de hasta el 40% en estos últimos años. Las dos pagas extras que tenían han sido eliminadas, aunque al menos los que cobran menos de 2.500 euros reciben un bono único anual de 800 euros. Y las pensiones del futuro serán como máximo el 65% de lo cotizado en toda la vida laboral.
Muchos de los pensionistas se sienten estafados. Otros resignados. Pero lo cierto es que todos han visto como progresivamente se veía reducido su poder adquisitivo. Tanto con Gobiernos de derechas como de izquierdas. Y es que la realidad es tozuda, las cuentas públicas de Grecia son insostenibles y el gasto en pensiones era la partida más importante, el 17% del PIB.
La insostenibilidad de las pensiones en Grecia
Si no se logra contener el gasto no puede haber pensiones, ni altas ni bajas. Esto es, si no hubieran aprobado esta reforma no habría habido segundo tramo del rescate y no habría dinero para pagar las pensiones en el corto plazo.
Para los que culpan al rescate, al final hay un problema de fondo: Grecia necesita un rescate porque no tiene suficiente dinero para hacer frente a sus compromisos, desde el pago a los funcionarios hasta el pago de los pensionistas. Si no hubiera rescate, por duro que parezca, los pensionistas habrían dejado de cobrar hace mucho tiempo.
Se puede debatir si las condiciones del rescate son excesivamente duras, ya que los ajustes sin son excesivamente rápidos pueden traer consecuencias desastrosas, como una mayor caída del PIB. Pero las reformas son necesarias y la situación en Grecia antes de la crisis en materia de pensiones era insostenible: la edad oficial de jubilación eran 57 años, aunque muchos se jubilaban a los 50; su gasto en pensiones era del 17% del PIB (por ejemplo en España, también con un problema de sostenibilidad, ronda el 11% del PIB); y el ratio de empleados por pensionista es de los más bajos de Europa. Para que un país tenga pensiones tienen que ser sostenibles y en Grecia no era así.
Imagen | Atli Harðarson