Mucho ha cambiado en el perfil que las empresas demandan para sus secretarias. En pocos años han pasado de ser las personas que cogían el teléfono y mecanografiaban las cartas, a ser unas auténticas organizadoras del tiempo de los altos ejecutivos de las grandes compañías con imprescindibles labores de gestión sin las cuales muchos directivos se perderían en un mar de reuniones a las que quizás ni llegarían.
Más del 43% de las secretarias de estas épocas modernas son licenciadas universitarias, saben idiomas y tienen una gran capacidad de organización. Ellas son la principal puerta de acceso a un alto ejecutivo, y deben saber distinguir lo importante de lo urgente, si interrumpir una reunión para pasarle una llamada o no hacerlo, si filtrar o no un email… y es que ellas tienen el poder en la agenda de los directivos más importantes.
Aún así la mayoría son mujeres. ¿Machismo o es que ellas organizan mejor?
Vía | Expansión