No, no voy a hablar de religión en este artículo aunque para algunos pudiera considerarse tal. Voy a hablar del poder de influencia de Steve Jobs. De ahí lo de falso profeta y de ahí el que alguno lo lleguen a tener en los altares, como side un lider espiritual se tratase.
Andrés Pérez lo retrataba a la perfección recientemente y cito textualmente sus palabras:
Estos días está todo el mundo revolucionado con la llegada del iphone. Sin embargo, creo que el auténtico mérito de Apple es el emocional, el de haber conseguido que la gente se crea que tener uno de esos cacharros les hace diferentes. Esa es la auténtica revolución.
Y es así. La influencia de este hombre es abrumadora. Cada vez que hay una keynote parece que el mundo se para para escuchar al sumo pontífice de la tecnología y de la innovación. Lo curioso es que siempre, al menos desde hace un tiempo, aparece con su cuidada imagen informal. De hecho hay quien dice que la ropa que usa no la compra, sino que la segrega el mismo.
Su último éxito es su teléfono que marca un antes y un después en el mercado de la telefonía móvil. Y lo curioso es que hay terminales de otros fabricantes que son bastsante mejores. Simplemente hay que mirar en la serie N de Nokia. Habrá que esperar a la reacción de la Blackberry, que no se puede permitir perder una grana masa de sus usuarios, algunos de los cuales la idolatran igualmente.
Como decía al citar a Andrés: su éxito es meramente el emocional. La gente lo compra porque se cree que es mejor y que les hace superiores a los que les rodean. Lo que vende Jobs no es tecnología es elitismo. Y lo hace muy bien.
Para terminar os dejo un curioso video que he encontrado en YouTube:
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