Hace un par de meses hablé sobre cómo en España nos relacionábamos con la competencia, como una explicación al problema que teníamos con la innovación. La relación es inexistente, y se podría resumir en que al enemigo ni agua. Que la competencia hable bien de tí, es una rara avis difícil de encontrar (con alguna excepción en el sector tecnológico y siempre en un foro). Por eso, mientras a los norteamericanos no les extraña nada que esto suceda, a nosotros nos causa perplejidad que un señor como Steve Jobs, no tenga problemas en hablar sin tapujos de Microsoft, reconociendo su valía.
Como siempre he comentado a todo aquel que me ha preguntado, el problema de la innovación en España, es más cultural que de inversiones. Como este ejemplo de la cultura americana. Al menos, que sirva para reflexionar para que las relaciones entre competidores mejoren. Sería un paso importante.
Vía | Ismael El-qudsi