Dos cargos de confianza del ayuntamiento de Alhaurín de la Torre (nombrados por PP y PSOE respectivamente) han sido cesados de su puesto por el juzgado contencioso administrativo nº5 de Málaga y tendrán que devolver las nóminas que han percibido desde julio del 2007, mes en el que entraron como administrativos coordinadores de los dos grupos políticos, a razón de 950 euros mensuales cada uno de los funcionarios.
Esta sentencia es la primera que condena a dos cargos de confianza a esta devolución salarial y aunque la sentencia sostiene que ley reconoce a los grupos políticos de disponer de suficientes medios materiales y personales, estos medios no incluyen los nombramientos de personal de confianza al servicio del partido.
Tal y como comenta José Cosín, es práctica habitual de los partidos políticos locales y autónomicos, fundamentalmente pagar favores electorales mediante estos nombramientos a dedo, cubriendo en simultáneo el control de la administración pública en beneficio propio del partido y de los cargos electos.
Es imposible predecir cuántos cargos de estas características estarán cobrando indebidamente a cargo del erario público, pero podemos aventurar que serán muchos. Y dado que son tantos, la Fiscalia podía tomar nota y hacer una limpieza integral en ayuntamientos, diputaciones y CCAA para que todos los nombramientos a dedo que se han llevado a cabo durante los últimos cinco años, abandonen sus puestos y devuelvan hasta el último céntimo que han cobrado por un puesto de trabajo que nunca deberían haber tenido en esas circunstancias.
Bastaría con comenzar a denunciar situaciones de este tipo y esperar a que la jurisprudencia se consolidara en este sentido para que partidos políticos y enchufados sean conscientes que los ayuntamientos no son sus cortijos particulares y que el dinero público hay que tocarlos siempre con las manos limpias y los bolsillos de cristal.
Más Información | El Pais
En El Blog Salmón | Los ayuntamientos necesitan un plan de control del gasto público, Menos funcionarios para tener austeridad
Imagen | Ivan Cabrera