Las energías contaminantes tienen subvenciones; normalmente cuando se subvenciona la energía de un tipo suele ser porque esta tiene algún tipo de externalidad positiva según nuestros gobernantes. Esa es la idea que hay de subvencionar las energías renovables. Si queremos contaminar menos y reducir nuestra dependencia de las energías importadas (las renovables se producen localmente), lo que haremos será subvencionar estas. Pero ¿por qué subvencionar unas energías que contaminan?
Hemos recibido una nota de prensa de WWF Adena que explica por qué reclaman el fin de las subvenciones a las energías contaminantes. En concreto la energía contaminante que recibe más subvenciones en España es el carbón. Pero no sólo España. Según un informe de WWF, los países de la OCDE a través de distintos programas subvencionan la minería del carbón con 73.000 millones de dólares.
¿Por qué se subvenciona el carbón?
La industria carbonífera española no es rentable. Esto no se debe exclusivamente a que el carbón venga importado de fuera gracias a mano de obra más barata. Australia es un país que exporta carbón internacionalmente y es competitivo. Geológicamente nuestras minas de carbón son de peor calidad. Además el carbón que se extrae tiene menos calidad energética (menos calorías por metro cúbico) que el que se extrae en otras partes del mundo.
Eso implica que o se subvenciona o el carbón se importará de fuera de España por ser más barato y rentable energéticamente. Visto que no queda más remedio que subvencionar el carbón, se acaban justificando estas subvenciones de dos modos:
- Evitar la dependencia energética exterior
- Mantener la actividad económica en la zona
En la práctica, el motivo por el que se acaba subvencionando es el segundo. Los mineros del carbón están bien organizados en sus protestas, ya sea en León o Asturias. Se estima que se han dedicado 24.000 millones de euros a subvenciones al carbón en España desde 1990. Y el número de trabajadores en el sector es alrededor de 3.000, es decir, mantener cada uno de esos trabajos nos ha costado unos ocho millones de euros. Le podríamos haber dado un millón a cada minero y aun así ahorrar dinero. Por otro lado, el fraude en estas ayudas se estima en alrededor de 600 millones de euros.
Normalmente se pone una fecha de finalización de las ayudas al carbón, pero lo que hemos experimentado es que esta fecha se va retrasando. De momento se ha puesto en 2018.
Subvenciones a renovables ¿una mejor opción?
Se puede argumentar que tenemos las subvenciones a las renovables. También se ha enterrado mucho dinero en estas. Las subvenciones a las renovables tienen dos funciones similares a las del carbón, la primera es que reducen la dependencia energética exterior y la segunda es que generan cierta actividad económica en la zona en la que se generan.
Comparemos las subvenciones a la energía eólica. Entre 1998 y 2013 las energías renovables han recibido alrededor de 50.000 millones de euros. Más de la mitad van en subvenciones a la energía eólica. Estas cantidades se están reduciendo gracias a los recortes y nuevas políticas energéticas.
Según el mix energético español del pasado mes de Mayo publicado por WWF Aena, aproximadamente más del 20% de la energía eléctrica viene de la energía eólica, por lo que no mucho más que la del carbón, de la que viene algo menos del 15% de la energía eléctrica. Pero no estamos teniendo en cuenta que el carbón subvencionado no supone todo el combustible de las centrales térmicas españolas, sino que se importan alrededor de cuatro quintas partes del carbón consumido en España, por lo que las subvenciones mencionadas anteriormente sólo serían el 20% de la producción energética del carbón en España. Suponiendo que el carbón nacional fuera igual de energético que el importado, que es mucho suponer, las subvenciones sólo afectan al 3% de la producción eléctrica española.
Es decir, las energía eólica recibe muchas más subvenciones que el carbón, pero su efecto es claramente más alto sobre la producción energética nacional que las subvenciones al carbón. Y eso sin contaminar tanto como el carbón, no se puede ser tan ingenuo como para pensar que la energía eólica no contamina.
En otro orden de cosas, según el informe de WWF, España es uno de los países de la OCDE que menos subvenciona el carbón, países como Estados Unidos, Alemania o Corea del sur emplean mucho más dinero en subvencionar el carbón.
Si tenemos que subvencionar algún tipo de energía, personalmente prefiero que sean las renovables al carbón. Las subvenciones claramente son más efectivas en términos de producción de electricidad y la huella ecológica es bastante inferior.
Vía | NdP
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Imagen | Jennifer Woodard Maderazo