Los japoneses tienen su propio sistema de telefonía móvil, hace cinco años los teléfonos estaban mucho más desarrollados que en Europa o Estados Unidos. Los japoneses no utilizaban mensajes de texto, sino que se enviaban e-mails entre ellos. Ahora esto ha cambiado.
Los nuevos teléfonos más vendidos en Japón son occidentales, siendo el iPhone de Apple y diferentes teléfonos con Android los que copan los primeros puestos. Los keitai se siguen vendiendo bien, pero se ha pasado de un mercado en el que solo los teléfonos fabricados por empresas japonesas y coreanas se vendían a uno en el que los occidentales entran con fuerza.
Además las alianzas para ofrecer lo último en todas partes no paran. Por ejemplo Google se ha aliado con Samsung para fabricar una nueva versión de su teléfono Nexus. Este tendrá un sistema que permitirá hacer pagos con el mismo, algo que en Japón ya hacía mucho que estaba disponible.
Japón había sido un ecosistema muy cerrado en términos de telefonía móvil, uno se preguntaba porqué no se habían atrevido a sacar sus teléfonos al exterior. Al final lo que ha acabado pasando es que el exterior ha evolucionado más rápido y las especies alógenas están devorando a las autóctonas.
Y muchos no se dan cuenta, pero el precio del proteccionismo muchas veces suele ser que llega el de fuera acostumbrado a competir y devora al de dentro que ha engordado y se ha hecho débil con su cuasi monopolio en el mercado interior. En Japón el aislamiento ha hecho a los herbívoros locales lentos y pesados frente a los carnívoros foráneos que son rápidos con dientes afilados.
Vía | Kirai (1 y 2)
Imagen | Scion cho, Flickr