Afecta sobre todo a los artistas unidos a sellos independientes, o así debería ser. La verdad es que ahora es el artista quien tiene el control y el usuario, gracias al poder de decisión que le otorga Internet y al hecho de que los bits son libres, quienes deciden qué, cómo y cuánto se va a pagar por la música de cada artista. De ese modo, han ido surgiendo modelos de negocio y empresas que buscan de una manera original explotar de una forma rentable y directa sus creaciones. No estoy hablando de iTunes, ni de cualquiera de las alternativas que plantean las discográficas en su salto a Internet, sino de alternativas que empiezan a mostrar el camino.
Así conocimos el modelo estilo Radiohead, el de colgar el disco entero en la red para que el usuario decidiera pagar por su descarga lo que le diese la gana. El control pasaba a su cliente. Se rendían a la realidad, aunque muchos lo vieron como una maniobra de marketing. Topspin surgió como una ayuda y un punto de apoyo para los artistas en su acercamiento a Internet. Una agencia que buscaba, y ha conseguido, hacer entender a sus clientes/artistas las ventajas y virtudes de las descargas. Y de la mano de Peter Rojas y Ryan Block, y bajo el modelo de los blogs, allá por marzo, apareció RCRD LBL (a la que le han ido añadiendo nuevas características), una discografica que obtiene sus ingresos a través de una serie de anunciantes que se anuncian en sus páginas, en la que los usuarios se descargan de manera gratuita las canciones, y que reparte entre los grupos el dinero ingresado según el número de descargas que han tenido (vendría a ser el modelo de negocio del nanopublishing aplicado a la música). Como se ve, alternativas existen, pero de gente que comprende a quien de verdad paga por escuchar música.
Por otro lado, se pensaba que Youtube nunca podría rentabilizar, o demostrar a sus usuarios o creadores, un modelo de ingresos por publicidad en los vídeos. Así era el sentir general, hasta que Nettwerk Management, la agencia que lleva a Avril Lavigne, colgó un videoclip en YouTube, Girlfriend, y hace un par de días su Consejero Delegado declaró que el vídeo había alcanzado 100 millones de visitas y que había ingresado por la publicidad de Youtube 2 millones de dólares (un cheque que tiene pendiente de recibir).
Semejante declaración rompe cualquier idea anticuada de no valorar a Internet como el canal de las oportunidades, y un ejemplo muy positivo de que hay que romper con los viejos métodos de distribución de cobrar por descarga.
Resulta que Avril Lavigne subió un vídeo de manera gratuita, sin costarle un duro promocionarlo en televisiones como los 40 principales, y además le ha reportado un pellizco tan pequeño, que creo que no va a valorar cambiar de estrategia y de canal. En serio, que algunos sigan viviendo en el paleolítico y pensando que Internet es el coco. Veremos donde terminan por no aprender de los errores. Claro que la culpa será del ogro llamado internautas.
Vía | The guardian Más información | Silicon Alley Insider En Hipersónica | Todo el mundo quiere "hacer un Radiohead"