Puede parecer que muchos sectores no se están viendo afectados por la crisis en gran medida como puede ser el caso de las empresas de comida rápida o de ciertas necesidades pero a bajo coste; el contenido erótico es una industria especializada que guste o no mueve miles de millones al año, casi más que otros sectores como el textil.
Además, también puede parecer una utopía que en tiempos de crisis una empresa como Playboy decida recortar personal, pero no, todas las grandes empresas también están notando este bache de la economía a nivel mundial y no tiene otro remedio que refinanciarse de forma directa vía recorte de sus costes fijos. Los cambios que ha planteado la dirección de la compañía son muy drásticos: cerrarán su oficina del centro del Nueva York (lujosa oficina en la Quinta Avenida) para unificar su unidad editorial: todo será gestionado desde donde tienen su apartado web, Chicago. Además posiblemente se efectúe un recorte extra de plantilla de 100 empleados.
Playboy por tanto es sólo una más de las grandes multinacionales (sólo que puede quizá llamar más la atención por el sector al que se dedica) que están sufriendo la bajada general del consumo a causa de la ausencia de dinero real o liquidez en los agentes económicos. Es una realidad que está ocurriendo y por eso la bajada sostenida de muchos de los precios de productos no tan básicos como el petróleo y el gas natural.
Quizá la crisis de valores que tanto se ha anunciado por los expertos debamos empezar a matizar que es una crisis de sinergias, en donde los que de verdad van a perder son aquellos productos que tras la crisis la sociedad deje de valorarlos; todos tras pasar una crisis somos capaces de descubrir que es lo que de verdad necesitamos y lo que no, por lo que al volver a un ciclo económico alentador cambiamos nuestra cesta de oportunidad por cosas realmente más necesarias, "por si acaso vuelve la crisis".
En definitiva sectores como del que anteriormente hablábamos como el de ciertos elementos de lujo siempre se ven comprometidos en momentos actuales; la gente prioriza hacia otro tipo de productos que realmente necesita en caso de no tener mucho dinero y si tiene hace el menor gasto posible para el resto conformar un montante mayor de ahorro personal.
Vía | El economista