El impacto de la empresa Uber en Europa ha sido importante y ha preocupado bastante a los integrantes en este sector, el de cobrar para transportar a personas.
Este impacto y la preocupación del impacto que vendrá ha sacado a la calle en varios países europeos a muchos taxistas, utilzando las herramientas tecnológicas para coordinarse en sus salidas, clamando para proteger su 'chollo', chollo que está muy regulado.
Es posible que sea que la reacción de los taxistas europeos sea que tienen miedo a la competencia, como pregunta Aurelio, casi seguro que si. Por otra parte, puede que los taxistas estén justamente preocupados porque ellos están enfrentados a un competidor que no sufre de la regulación que sufren los taxistas, regulación que fija sus precios y les carga con limitaciones y costes.
Como hace tiempo que los taxistas han peleado para mantener su monopolio, sin pensar en los consumidores, ahora que ven su monopolio en peligro no necesariamente pueden esperar que los consumidores les respalden instintivamente.
La reacción de muchos parece ser que los taxistas están en contra de la competencia, que no parece que están interesados en el cliente final ni en renovarse ni en ofrecer innovaciones. No obstante, en un mercado regulado, siempre hay que preguntarse si los nuevos entrantes están cumpliendo con lo mínimo necesario que están obligados los que ya están o, mejor, ver cómo se abre para todos. Como ya nos ha dicho en estas páginas Jesús:
Sus conductores (de Uber) no tienen licencia, ni deben pagar las tasas e impuestos que los taxistas sí han de afrontar. Al margen del debate sobre si el sector está excesivamente regulado o no, la realidad es que hoy por hoy no existe una igualdad de condiciones en la prestación del servicio.
Viendo la visión del taxista tienen algunas críticas que pueden ser válidas, incluyendo:
- Antes no podía entrar cualquiera y actuar como taxi, ahora con una aplicación de móvil proveniente de California parece que si.
- Parece que cualquier conductor con licencia para conducir se puede apuntar. Viendo cómo se conduce, no sé si es recomendable ponerte en manos de los que sólo tienen carnet de conducir.
- Antes los precios estaban regulados con taxímetro, los nuevos parece que pueden cobrar lo que quieran.
- Se supone que los taxistas tienen seguros adecuados para llevar pasajeros (se supone). No está claro qué seguros los nuevos conductores deben cumplir.
- En Reino Unido, por ejemplo, el futuro taxista acostumbra tardar tres años en adquirir el 'Knowledge' donde tiene que aprobar un examen riguroso, no sólo de donde están todos los lugares que un cliente pueda pedir, pero cuál sería la mejor y más barata forma de llegar. Los conductores de Uber no han sufrido tres años de preparación y de examen.
Los que conozco que ya han utilizado los servicios de Uber, me dicen maravillas:
- Estás registrado en Uber.
- Contactas con el móvil cuándo les necesites, sin llamadas y sin tener que buscar taxi.
- Te informan automáticamente donde está el coche y cuándo llegará.
- Cuando llegas al destino te vas sin pagar, ya que tienes tu tarjeta vinculada a la cuenta.
- Sin propinas ni esperas por el recibo.
- Después te envían información completa del viaje, incluyendo recibo y mapa del trayecto, terminando con el turismo obligado para cobrar que muchos taxis te dan, especialmente a los turistas.
Finalmente, tiene que ser bastante irritante para los taxistas del mundo ver a un par de jóvenes salir de Silicon Valley, con sus inversores, crear valor de 18.200 millones, todo sobre las espaldas de los conductores, sin que estos vean ni un céntimo de este valor y, ahora que han salido a bolsa, ver que tienen varios miles de millones para gastar, todo porque han creado y lanzado una aplicación para el móvil.
En El Blog Salmón | La arriesgada (¿y equivocada?) estrategia de Uber para aterrizar en España, El mundo del taxi se para en contra de Uber: ¿miedo a la competencia?, Uber y el exceso de regulación
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