Tan solo diez días después de que el empresario Ángel del Cabo comprara Marsans a Gerardo Díaz Ferrán y a su socio Gonzalo Pascual, ha transcendido que para que la empresa vuelva a ser viable se tendrían que despedir entre 1.179 y 1.479 empleados, lo que podría suponer hasta un 71% de su actual plantilla.
La nueva plantilla, que tras la 'reestructuración' se compondría de entre 600 y 900 empleados, tendría la estructura necesaria para la que 'nueva compañía' opere acorde a las condiciones actuales del mercado.
La nueva dirección de la sociedad, la empresa Posibilitum, en un comunicado a la prensa, ha asegurado que su objetivo es:
Activar las ventas y recuperar la actividad comercial.
A la par de 'ajuste' laboral, también se iniciará la venta de aquellos activos no estratégicos para ganar liquidez, que según Díaz Ferrán, era el único problema que posee viajes Marsans.
Adicionalmente, se han reabierto las negociaciones con la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) para que Marsans vuelva a emitir billetes de avión, y poder relanzar su negocio a gran escala.
En mi opinión, el plan de ajuste que ha presentado la compañía, es un plan serio, y a la vez muy duro. En primer lugar por la mella que va a causar en una plantilla que lleva mucho tiempo padeciendo retrasos en la percepción de las nóminas, niveles de inseguridad muy altos por los acontecimientos de los últimos meses, y en definitiva un ajuste de una compañía sobredimensionada, que nunca paró de crecer incluso depués de los años de bonanza, y que debe adaptarse a los nuevos tiempos por los que atraviesa el sector.
Vía | El Mundo En el Blog Salmón| El gobierno español ahora es asesor financiero. Imagen | daquellamanera