Las empresas y los consumidores reaccionamos al mensaje de los precios y esto es lo como debe ser. Ahora con el precio del petróleo tan alto, estamos viendo ajustes y debemos ver más.
Unos ejemplos de Estados Unidos:
UPS, la empresa de logística que tiene 88.000 vehículos y 266 aviones sirviendo a 120 países, está reaccionando a los altos precios. Ha implementado nuevos sistemas informáticos (invirtiendo $600 millones) y nuevas formas de actuación y están actualizando la calidad de su infraestructura, todo para mejorar la eficiencia de su consumo de petróleo. Han estimado que sólo sus inversiones en informática les ahorrarán $600 millones al año, ¡al año!
Incluso pueden ahorrar beneficiándose de los distintos gastos en distintos países. Si el combustible para sus aviones es más barato en París que en Londres, llenan los tanques allí. Federal Express, otra de logística, además ha invertido en vehículos híbridos (gasolina y electricidad).
Union Pacific, la empresa de ferrocarriles, tiene un nuevo programa de eficiencias que estiman que, para el año 2012, les ahorrará más de 150 millones de barriles de petróleo ¡al año!
El gobierno estadounidense ha estimado que se malgasta más de 3.500 millones de litros de diesel al año, sólo cuando los camiones están parados y esperando.
Con los precios del petroleo, ahora se están dando cuenta y están haciendo las cuentas. Estas estadísticas nos deben hacer pensar, no solo en las posibilidades para todos hacer lo que debemos, pero también del despilfarro descarado del primer mundo, especialmente los que mantienen bajos impuestos sobre su energía.
En cuanto a la participación del gobierno, no se deben manipular los precios. Como máximo, cualquier ayuda se debería dirigir a incentivar a las actuaciones de las empresas, para que se hagan y para que se hagan más rápido.
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