Varias veces en estas páginas he escrito de lo negativo que es cuando un grupo compra una participación minoritaria y utiliza esta para colocar su gente y ejercer control.
Esto es un problema incluso cuando la compra de la participación minoritaria se efectúa a precios por encima del precio de mercado.
El problema más obvio es que estos grupos consiguen el control sin pagar premio por control.
Como la oferta es para una participación minoritaria, por definición, la mayoría se queda sin beneficiarse de esta precio más alto y, como suele ocurrir con estas cosas, se aprovechan los enchufados y suelen perder los inversores normales, la mayoría.
Cuando un grupo entra con participación minoritaria y comienza a tomar control, quita la posibilidad de que la empresa entre en juego y esto impacta el precio a la baja, ya que, quitando la posibilidad de que haya una compra de la empresa o, mejor para el precio, una batalla para conseguir el control, la subasta de precios ya no se recibirá.
El último ejemplo es la compra de una participación en Repsol por parte de Sacyr Vallehermoso, con la colocación de los suyos en el consejo y la consecuente bajada del precio en bolsa. Una participación con influencia para Sacyr, un accionista protector para los directores y ¿quién está para los otros accionistas?
El mercado está de acuerdo con mi tesis, las acciones bajan.
Vía | Libertad Digital y Mundo Dinero En El Blog Salmón | Artículos sobre Accionistas Minoritarios y Artículos sobre Repsol