Bueno, a estas horas es una pregunta retórica. Ya ha salido el Gordo y la mayoría de premios importantes del Sorteo Extraordinario de Navidad de la Lotería Nacional, y un servidor está igual que estaba. Bueno, no, un puñado de euros más pobre, que unos cuantos décimos ya he comprado... el Estado se debe frotar las manos cada Navidad.
El caso es que, a pesar de saber de lo ínfimas que son las probabilidades de premio, uno siempre se acuesta la noche antes pensando "Y si me toca... ¿qué haré?". De hecho, podemos ver en la experiencia de los premiados qué es lo que suele hacer la gente: "un coche", "un viaje", o el clásico "tapar agujeros". El hecho es que en general uno asocia el premio de la lotería con gasto desenfrenado, pero pocas veces con inversión. Es decir, los premiados tienden a gastar el dinero (accediendo a un nivel de gasto que el premio es difícil que pueda sostener en el tiempo) y pocas veces a invertirlo (buscando que ese premio les genere rendimientos a futuro). Particularmente, me gustan mucho los reportajes habituales en esta época del año donde se entrevista a los premiados del año anterior para ver, 365 días después, cómo ha cambiado su vida. Y lo más habitual es ver que a nadie le ha cambiado demasiado. La gente sigue haciendo sus trabajos, viviendo donde vivían... es más, en algunos casos el remedio es peor que la enfermedad ya que, al verse con un dinero inesperado, entran en una espiral de gasto y consumismo que, cuando se quieren dar cuenta, les ha atrapado y les ha dejado con más deudas de las que tenían inicialmente.
En fin, que si eres uno de los afortunados que le ha tocado la lotería, enhorabuena. Pero ten cuidado, y antes de lanzarte a gastar el premio sin ton ni son, piensa en qué puedes hacer con él, piensa en dedicarlo a algo que te genere aún más beneficio, y no al mero gasto.
Y a todos los demás decirles que qué le vamos a hacer, que quizás otro año... que lo importante es tener salud, ¿no?