¿Cuál es la posibilidad de conseguir que se marche un ejecutivo que tiene el 40,6% de las acciones de su empresa? La respuesta normal es posibilidad cero o, por lo menos, mínima.
En un mundo empresarial donde hay ejecutivos con menos del 1% de su empresa y la tratan como si es su propiedad personal, como su empresa familiar, véase Banco Santander (BSCH). Es el mismo mundo empresarial donde un ejecutivo que tiene algo más que el 10% de su empresa y es considerado inamovible, véase ACS.
Por eso cuando los otros accionistas de la inmobiliaria Colonial han decidido que su actual líder ya no era la persona correcta para llevar la empresa, por la falta absoluta de gestión, lo normal es que sus deseos iban a ser desestimados, ya que este líder tiene el 40,6% de las acciones de la empresa. Por es, cuando Luis Portillo respondió negativamente a la petición de que renuncie, no sorprendió a nadie.
No obstante, cuando un ejecutivo preside sobre una empresa que ha perdido más del 25,4% de su valor en bolsa sólo ayer, un total de 37,7% el los últimos dos días y un desplome del 62% en los últimos 12 meses, la presión es importante para que renuncie, ¡tenga el porcentaje de la empresa que tenga!
Pues así fue. Luis Portillo acaba de convocar una reunión de su consejo para nombrar a otro Presidente que no sea el.
Que los accionistas mayoritarios de la empresa consigan lo que quieren suena una victoria del buen gobierno. No obstante, hay que cuestionar que se haya nombrado a Mariano Miguel Velasco, el actual consejero delegado como presidente. ¿Será tan temporal este nombramiento como insinúan? Ya veremos.
Si el actual consejero delegado se queda en su nuevo cargo, no sería precisamente un cambio de personal en los altos niveles de la empresa y lo de independiente también sería cuestionable.
Estábamos tan cerca de ver un caso de buen gobierno en acción y parece que vamos a tropezar en el último momento.
Vía | Expansión y El Economista En El Blog Salmón | Los consejeros lo toman más en serio, El Código Conthe falla en lo más importante y Florentino Pérez ha encontrado sinónimo de control