Repsol YPF no sólo es una de las empresas españolas más importantes, sino que además y gracias al descubrimiento hace unos meses de una gran bolsa de petróleo en el mar cuya explotación será usada parcialmente también por la brasileña Petrobras, será en un futuro no muy lejano una de las empresas petroleras más importantes del mundo. Con éstas expectativas de desarrollo y modelo de negocio a muy largo plazo, algo impensable para una empresa petrolera hace unos años, Repsol ha empezado a resultar una inversión interesante para fondos de capital y empresas extranjeras.
Una de las que se ha interesado de forma clara y activa por Repsol ha sido la petrolera Lukoil, de procedencia Rusa y que posee casi en dicho país un 40% del mercado, lo que la sitúa como una de las empresas más importantes del país. Lukoil cuya idea inicial parecía que sería una opa sobre al menos el 50,01% de Repsol ya ha rebajado sus ideales gracias al rápido posicionamiento autárquico por parte del gobierno Español.
La idea que plantea ahora la sociedad Rusa es la de hacerse con una cuantía de capital suficiente como para obtener buenos y lucrativos réditos además de obtener ciertos beneficios estratégicos en un sector tan volátil como el de los hidrocarburos. El nuevo porcentaje al que aspira Lukoil es el 29% aproximadamente; obteniéndolo de un acuerdo con la constructora española Sacyr Vallehermoso la cual vendería el 20% de Repsol y el 9% restante sería comprado en pequeños paquetes a accionistas de los mercados secundarios que buscan compradores a precios algo más altos que el de mercado por culpa de la crisis bursátil. Otra de las opciones que tenían en mente es hacerse con el paquete accionaral que posee La Caixa, propietaria de casi un 14% de Repsol YPF y que ya se ha sabido que ha mantenido algunos contactos para vender de forma total su participación a un sólo cliente que previsiblemente se piensa que es la empresa Rusa.
Ésta operación está siendo vigilada muy de cerca por los organismo rectores nacionalescomo son la CNVM, encargado de velar por todas las grandes operaciones financieras de empresas que coticen en la bolsa de valores y del Ministerio de Economía y Hacienda; ya que en caso de que se hubiera producido una venta mayoritaria de la compañía el Estado Español habría perdido la capacidad de cobrar retribuciones.
Ésta adquisición que a priori puede parecer poco importante para la economía española, puede ser bastante más importante de lo que parece. La pérdida de una mayoría accionarial de capital español genera que Repsol pase de ser considerada tributaria directa con lo que se recauda una gran cantidad de dinero, a una posición de empresa no española con actividad económica en nuestro país.
Ésto hace que las arcas del Estado dejen de cobrar gran cantidad de impuestos, algo que si se embolsaría la hacienda estatal Rusa. Además no podemos olvidar el facto de que una empresa importante en el mercado como Repsol es mucho mejor que sea de capital español y se rija por las competencias propias, ya que siendo una multinacional con base española se convertiría en posiblemente un libre albedrío de precios alzistas y no controlables por organismos públicos españoles de regulación. L
La solución no es sencilla, pero ya se ha dado o generado una sinergia suficiente como para que no puedan hacerse con más del 29.99% del control de la compañía, algo que desde luego es muy importante y que además les permitía no hacerlo mediante una OPA. ¿Qué ocurría si otras empresas como el BSCH o Telefónica fueran compradas por capitales extranjeros? No se sabe a ciencia cierta, pero desde luego sería un gran problema para el Estado por que una ingente cantidad de dinero dejaría de ingresarse; aunque como en los últimos minutos recordaba el Presidente del Gobierno Español en una rueda de prensa, no puede cerrar la puerta a ésta compra ya que se trata de una empresa privada.
Imagen | nestorgalina
Vía | Elmundo