El INE ha modificado la forma en la que se calcula el PIB. Este cambio ha arrojado un crecimiento durante el 2004 de un 3,1%, cuatro décimas más de lo previsto.
Desde la publicación de este resultado, el sistema de contabilidad nacional abandona el año 1995 como referencia, y partiendo de 2000, comparará los datos de forma directa con el año anterior al del estudio. Este cambio también ha permitido adaptar los procesos de cálculo a la normativa estadística europea.
La sorpresa es que utilizando esta nueva forma de cálculo, desde el año 2000, aparecen mayores porcentajes de crecimiento de lo que se creía: 3,5% en 2001; 2,7% en 2002 y 2,9% en 2003.
El principal motivo de este crecimiento es, sin duda, por el crecimiento de nuevos puestos de trabajo generados principalmente por inmigrantes llegados a nuestro país para trabajar en sectores como la agricultura, la construcción o el servicio doméstico.
El incremento de la población de nuestro país de 41,05 millones a 42,6 millones de habitantes no ha llegado a provocar una fuerte subida de la renta per capita que se situa en los 19.642 euros, frente a los 19.456 euros del último estudio, es decir, apenas 200 euros.
Es decir somos más, crecemos más, pero no somos más ricos, ya que ahora también somos más para repartir.
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