El acceso de las empresas a los mercados financieros no es un proceso sencillo. Cotizar en las bolsas importantes exige el cumplimiento de unos criterios bastante restrictivos en cuanto a capitalización, obtención de beneficios previos, número de accionistas... y además, tanto el proceso de admisión a cotización como la actuación en dichos mercados tiene un farragoso componente burocrático.
Por ello, el AIM (Alternative Investments Market) en la bolsa de Londres es una alternativa estupenda para empresas que no puedan, o no quieran, estar sujetas a tantas restricciones. Se trata de un mercado creado en 1995 en el que cotizan más de 1.000 compañías con un volumen de negociación que en 2004 superó los 25.000 millones de euros. En el mercado bursátil español ya hubo un intento de crear una institución similar. Se le llamó "Segundo Mercado" y estaba orientado a compañías de baja capitalización, pero tuvo el suficiente arraigo. Sin embargo, la necesidad de financiación sigue presente en muchas empresas, y es importante que existan alternativas además de la entrada de socios capitalistas o el acecho de las empresas de capital riesgo.
Con las menores restricciones existentes para los movimientos de capital, cada vez son más las compañías no británicas que acceden a este mercado, lo que unido a su flexibilidad y (relativa) simplicidad convierten al AIM en una buena oportunidad para las pequeñas y medianas empresas europeas que busquen crecimiento de acceder a financiación.
Vía | Executive Excellence (web en construcción) Más información | AIM en la London Stock Exchange