En EE.UU. cada vez son más los emprendedores y personalidades del mundo de los negocios que se lanzan a la carrera política. Un claro ejemplo de ello es Michael Bloomberg, el fundador de una de las compañías líderes de información de los mercados financieros, que actualmente ocupa la alcaldía de Nueva York. También podemos encontrar en la lista a Jon Corzine, antiguo CEO de Goldman Sachs y ahora Senador de Nueva Jersey, y hasta al mismo George Bush, al que han llegado a llamar “CEO President” porque es el primer Comandante en Jefe de las fuerzas armadas estadounidenses con un MBA (aunque precisamente éste no cuenta para la idea que quiero transmitir).
Al margen de si la gestión de unos o de otros es mejor o peor, creo que esta tendencia es buena, ya que la clase política convencional es experta en relaciones públicas, politiqueo y venta de una imagen personal, pero en general sus habilidades de gestión son bastante mejorables, y una vez que llegan al poder hacen que nosotros paguemos sus ineficiencias y falta de experiencia en manejar recursos con los que muchas empresas soñarían.
Un claro ejemplo de cómo las empresas privada gestionan mejor es lo que ocurrió durante el Huracán Katrina. A diferencia del Gobierno, Wal-Mart sí supo lo que hacer: * Crearon su propia base de operaciones de crisis días antes de que Katrina llegase a Florida.
Incrementaron el número de productos básicos que serían necesarios para prepararse para el huracán: lejía, fregona, agua embotellada, pilas, etc.
Cerraron las 126 tiendas cuando comenzaba a llegar el huracán, y dos semanas después volvieron a abrir todas menos 13.
Y por si fuera poco, analizando sus bases de datos históricas decidieron incrementar el abastecimiento en la zona de “Pop-Tarts” de fresa (una especie de galletas rellenas), ya que después de los huracanes, la demanda de éstas siempre había sido más alta.
Está claro que si los votantes fuéramos como los accionistas, la cosas serían muy diferentes en el mundo de la política. Y al final somos lo mismo, porque los políticos son quienes manejan una empresa en la que todos tenemos acciones, que además no podemos vender.
Vía | The Fast Company En El Blog Salmón | Impacto económico del huracán Katrina