Recientemente se ha hablado de que la EFTA podría ser una opción para una Cataluña independiente si se quedara fuera de la Unión Europea. Cataluña podría unirse a la EFTA, evitando un potencial bloqueo del resto de España para la UE. Así entraría en el Espacio Económico Europeo y se “estaría sin estar” en Europa.
En realidad esto es una fantasía, puesto que acceder a la EFTA no supone acceder al Espacio Económico Europeo. Tampoco está garantizado que los otros estados miembros de la EFTA aceptaran a una Cataluña independiente. Así que ¿qué es la EFTA?
La European Free Trade Area
Pensemos en 1960, el año de fundación de la EFTA. La Unión Europea no existe, pero las CECA (Comunidad Europea del Acero y el Carbon) y la Comunidad Económica Europea están siendo un éxito. No sólo no hay rencillas de postguerra, sino que la unión entre Francia, Alemania, Italia y el Benelux está ayudando a la recuperación económica. El libre mercado se vuelve a abrir paso.
Por otro lado, no todos los países quieren unirse a la CEE a pesar de que quieren disfrutar del mismo, algunos por convencimiento como es el caso del Reino Unido, otros por su estado neutral, como es el caso de Suiza. Por este motivo, siete fundadores crearán la EFTA: Austria, Dinamarca, Noruega, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza.
La EFTA sólo eliminaba los aranceles entre estos países, no creando aranceles comunes como es el caso de la Comunidad Europea. A pesar de su menor integración, la EFTA fue un éxito, el comercio entre dichos estados pasó de 3.500 millones a 8.200 millones entre 1959 y 1967. Además, otros países se fueron incorporando. Finlandia como asociado en 1961 y miembro completo en 1986. Islandia en 1970 y Liechtenstein en 1991.
Por otro lado, la EFTA a partir de 1973 fue menguando, hasta ser lo que es hoy (un acuerdo entre estados pequeños). Reino Unido y Dinamarca se incorporaron a la UE en 1973, lo que suponía dejar la EFTA. También la abandonaron por la UE Portugal (1986), Austria, Finlandia y Suecia (1995). Los países que quedan son básicamente aquellos que por un motivo u otro no han ingresado en la UE y mantienen su bloque comercial porque les conviene. Además la EFTA negocia tratados de libre comercio en nombre de sus socios, y está teniendo bastante éxito en este sentido.
Adicionalmente a esto, tenemos el Espacio Económico Europeo. El EEE o EEA por sus siglas en inglés es un acuerdo entre tres miembros de la EFTA (Islandia, Liechtenstein y Noruega) y la Unión Europea. Básicamente estos países aceptan la legislación europea, contribuyen a su presupuesto y a cambio tienen acceso al mercado común. Es decir, que pagan, renuncian a soberanía nacional sin obtener soberanía compartida pero así obtienen acceso al gigantesco mercado de la UE.
El caso de Suiza es diferente, ya que accede a la UE a través de múltiples acuerdos bilaterales, pero no es parte del EEE.
La EFTA no es una opción segura para Cataluña para entrar en el EEE
Como hemos visto, aunque están vinculadas, la EFTA y el EEE no son la misma institución.** Acceder a uno, no supone dar acceso al otro, aunque es cierto que el EEE está abierto sólo a los miembros de la UE o de la EFTA**. Como ya han señalado desde la EFTA, acceder al EEE requiere el permiso de todos los estados miembros del EEE, es decir, los 28 de la UE (próximamente 27 cuando salga el Reino Unido) y los tres que están en la EFTA. Esto ha sido señalado incluso por responsables de la EFTA.
Además hay que considerar que pertenecer a la EFTA, aunque sea sólo por los actuales miembros, no está conseguido con ser un país europeo y pedir acceso. Por ejemplo se ha hablado de que el Reino Unido tras el Brexit (o incluso antes) podría pedir volver a entrar en la EFTA, pero no es seguro que los miembros actuales estén interesados. De hecho, desde el gobierno noruego se ha rechazado la idea de permitirles volver debido a su tamaño, que implicaría un cambio de poderes en la actual pequeña pero potente alianza comercial.
Es decir, una Cataluña independiente, aunque consiguiera acceder a la EFTA con el acuerdo unánime de los cuatro miembros actuales, necesitaría además el acuerdo unánime de los miembros de la UE. Por lo que España, Francia o Italia tendrían capacidad de bloquear la entrada de Cataluña en el EEE una vez hubiera accedido a la EFTA.
Construir relaciones comerciales, absolutamente imprescindible en la economía actual en la que los procesos productivos están distribuídos a lo largo de varios países, es algo que necesita no años, sino décadas. Un punto que debe considerarse por parte de cualquiera que quiera montarse su propio país.
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Imagen | Jorge Franganillo