Hay un viejo dicho español, y es que nadie duros a peseta. Nadie regala, y i parece lo hace es necesario desconfiar de inmediato. Pocas frases resultan más gráficas y más ignoradas por el ciudadano de a pie. Ni CNMV, ni Banco de España, ni Dirección General de Seguros, ni nada de nada. Para empezar, que se nos quede bien metido en la mollera: nadie da duros a peseta.
Y pensando en los duros, me ha venido a la memoria como en este país hubo una época en que muchos españoles denominaban peso a los muy populares duros, o monedas de cinco pesetas. Así, era frecuente oír que algo me había costado veinte mil duros o veinte mil pesos. Se trataba de zonas muy influenciadas por la inmigración, y es una costumbre que perduró, al menos entre la gente mayor, por lo que yo conozco, hasta bien entrados los años ochenta.
Pues bien, ahora olvidad todo lo que os he dicho. En Argentina hay quien da duros a peseta. O más concretamente, que da pesos por centavo, o casi, si se me permite la exageración. Si es verdad que como dicen Argentina quiere hacerse oír en la próxima reunión tupperfinanciera que se va organizar, este caso puede causar admiración mundial. Desde luego, son sólidas bases para refundar el capitalismo conforme al socialismo del siglo XXI. Pasen y vean.
Por motivos desconocidos, en Argentina se esta produciendo una alarmante escasez de monedas. Sencillamente han desaparecido. El Banco Central dice haber fabricado y entregado más de 500 millones de monedas nuevas, pero nadie parece saber donde están. Y eso representa un problema, por poner un ejemplo, para pagar el autobús, el metro o el tren. Si en España desaparecían los billetes de 500 euros, aquí desaparecen las monedas de un peso y las de céntimos. Las comparaciones son odiosas.
Por supuesto, que los argentinos, que son gente ingeniosa como han demostrado sobrellevando a los gobernantes que han tenido, han detectado una oportunidad de negocio. Ya existe quien ha desarrollado un mercado de color (estoy políticamente correcto a la par que progresista) cobrando comisiones entre un 25% y un 3% para cambiarte los billetes en monedas. Por un momento, ruego a los lectores españoles que intenten imaginar algo así en España. Los ansiolíticos están en el cajón de la derecha.
Por supuesto, el Gobierno argentino no sabe nada del asunto. No es cosa suya, no va con ellos, aunque por lo bajini señalan a una conspiración, empeñada en que no nos demos cuenta de los continuos esfuerzos del matrimonio Kirchner por el bien de su país. Y es que no se puede estar en todas partes, es inhumano que mientras rescatan el sistema de pensiones privadas por el que algunos locos insolidarios habían optado les pidan además que se sepa que se ha hecho con esas monedas. Más que de la pareja en cuestión, esto parece cosa de Mulder y Scully.
Vía|Crónicas desde Latinoámerica En El Blog Salmón|Comer carne sube la inflación, Expropiaciones y nacionalizaciones, órdago a la inversión extranjera Imagen|pulguita