Los miembros del Gobierno de Cantabria del PRC y del PSOE han decidido socorrer al Racing de Santander. La decisión dilatada en el tiempo ha tenido una doble intención: por una parte, exhibir músculo por parte del Gobierno cántabro y, por otra, refugiarse en el conjunto si van mal las cosas.
Es decir, si todos son responsables, quizá ninguna tendrá que cargar con las culpas como sucedió con el empresario indio Ahsan Alí Syed como protagonista que se llevó por delante a varios consejeros del anterior Gobierno cántabro.
Hay muchas dudas y muchos riesgos políticos y legales que se corren para poner encima de la mesa un millón de euros al año al Racing. No está claro si el Gobierno cántabro está dispuesto ayudar al Racing cuando se voten los presupuesto del 2017.
Posición de los consejeros del Gobierno
No estaban muy contentos los consejeros del Gobierno cántabro cuando en los últimos días del mes de junio, justo en el Debate sobre el Estado de la Región, el Racing reclamaba el convenio que hiciera posible la supervivencia del club.
La reivindicación no podía ser más inoportuna aunque ayudar al Racing era un compromiso electoral de Miguel Ángel Revilla. Destinar a un club de fútbol el escaso dinero público disponible en estos momentos resulta siempre un asunto delicado, por más que haya sido la continuidad en los momentos de crisis del Racing a lo largo de las últimas décadas.
La delicada situación económica del Racing
El Racing necesita liquidez de manera urgente. Debe entorno a 9,7 millones de euros a Hacienda. El embargo es la gran losa para el club. En Segunda B, resolver esta situación es muy complicado, por lo que la viabilidad depende de un ascenso deportivo.
El negocio del fútbol se financia, en gran parte, de los derechos de las televisiones. Los derechos suponen cuantiosos ingresos para los equipos más fuertes, pueden salvar a los de Primera División que no tienen tanto renombre, y son una inyección muy importante para los de Segunda.
Pero en Segunda B, no existen apenas estos ingresos. Los patrocinios y la venta de entradas y abonos es lo que permite sobrevivir a los clubes, que deben ajustarse para no desequilibrar sus balances. Sin derechos televisivos que vender, es imposible cumplir con ese compromiso.
El club reconoció en su plan de viabilidad que necesita el ascenso para sobrevivir. No sólo por lo que debe a Hacienda, sino para cumplir con el Convenio de Acreedores, y que conlleva devolver todas sus deudas, a empresas, exjugadores, exentrenadores y clubes, de aquí al año 2021.
El club acude, por tanto, a esta negociación con el Gobierno porque una ayuda económica puede ser la única manera para asegurar el futuro a la entidad. Si se le cierran esta puerta, sólo una mejora de su estatus deportivo actual puede salvarle de la liquidación.
Todavía está vivo el recuerdo de la venta del club a Alí Syed, que lejos de disipar la amenaza de liquidación, cinco años después, ha quedado demostrado que aquello fue una estafa que ha costado millones de dinero público. De ahí que preocupe que al Gobierno cántabro piense en tropezar de nuevo en la misma piedra.
Convenio original con el Ayuntamiento de Santander
El Racing planteó al Gobierno una propuesta de convenio que es un contrato a 10 años con una inversión anual de un millón de euros a cambio de la cesión de todos los espacios publicitarios de la entidad verdiblanca, incluyendo las camisetas y el nombre del estadio.
Hay que recordar que el estadio y las Instalaciones Nando Yosu, donde entrenan los equipos del Racing y juegan los que no son el primer equipo, pertenecen al Ayuntamiento. Por tanto, pensar en que el club reciba un dinero por cambiar el nombre de los Campos de Sport no parece tener mucha lógica.
Debería ser el titular del espacio quien se embolsara las ayudas o subvenciones que lleguen por el cambio de nombre, y no el equipo que las utiliza por un acuerdo con la corporación municipal.
Revisión del acuerdo con el Ayuntamiento de Santander
El Gobierno cántabro ha pedido calma durante el mes de agosto para rescatar el convenio con el club. Con algunos cambios:
- De los 10 millones de euros que antes se hablaban, ahora sólo se plantea 4 millones de euros en cuatro años con fines promocionales o publicitarios.
- Incorporar esta financiación a través de un grupo empresarial intermediario (ITM).
- Integrar la financiación a través de los Presupuestos del 2017 y no como el acuerdo planteado anteriormente que se pretendía llevar al Parlamento cántabro.
Ayudas anteriores al Racing
CANTUR impuso una querella al Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, donde se estableció una deuda de 43,8 millones de euros a las arcas públicas por parte del Racing, cuando todo había partido de un crédito de Cantur al club por valor de 7 millones de euros.
Por tanto, el asunto de hace cinco años sigue candente. Son casi 44 millones de euros de todos los cántabros que difícilmente podrán recuperarse algún día. Por esta gestión, en la querella de Cantur había dos exconsejeros imputados: el titular de Economía, Ángel Agudo, presidente del PSOE de Cantabria y Francisco Javier López Marcano (PRC), del partido de Revilla.
No parece prudente repetir la historia, meter millones de euros en un equipo de fútbol, con todos los precedentes que ha habido, y tomar una decisión de este calibre.
No se puede dar más ayudas al Racing, si tiene deudas con Hacienda
Iñigo de la Serna ha cuestionado que el Gobierno cántabro vaya a financiar al Racing mediante un convenio que están estudiando los servicios jurídicos. El alcalde de Santander considera que no se puede ni debe financiar al Club sin saber dónde está el dinero que se le aportó en su momento.
El alcalde se ha pronunciado así, donde ha explicado que el Ayuntamiento no va a aportar dinero público al Racing al que, sin embargo, si ofrece todo el apoyo del Ayuntamiento de Santander.
No se puede apoyar económicamente cuando no se sabe dónde está el dinero que se aportó en su momento y, si se tienen deudas con las entidades públicas, no se pueden dar más ayudas como se hace con el resto de empresas que quieren acceder a financiación pública.
Además, ha advertido, que ese contrato de patrocinio, que puede tener incluso responsabilidades jurídicas. En este asunto, ha acusado también al Ejecutivo encabezado por Miguel Ángel Revilla de utilizar el sentimiento de la gente como arma de presión.
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