El Instituto de Estudios Fiscales, que depende del Ministerio de Economía, ha hecho público el barómetro fiscal de 2009, donde destaca que el 43% de los españoles justifica el fraude fiscal. Y yo me planteo, ¿está bien defraudar a Hacienda? ¿Es correcto? ¿Es lo mejor que nos puede pasar, lograr colársela a Hacienda?
Es interesante ver este problema desde la perspectiva de la teoría de juegos. Una de las razones por las que la gente justifica el fraude es porque las circunstancias son complicadas. Y claro, los impuestos son altos y nos perjudican las cuentas personales (habría que ver si nos perjudicarían tanto si tuviéramos que pagar por uso la sanidad, las carreteras o simplemente caminar por las aceras, pero ese es otro tema).
Hay cierta gente que decide defraudar y lo logra. El Estado puede optar por hacer dos cosas ante la merma de ingresos: bajar el gasto o elevar los impuestos. En general se tiende a una combinación de ambos, pero pesa más elevar los impuestos porque muchos gastos son difíciles de recortar (y, por qué no decirlo, no vende electoralmente no hacer cosas, y para hacerlas es necesario dinero). En definitiva, menos servicios, más impuestos y los defraudadores defraudan más dinero, con el riesgo que eso conlleva.
Es decir, individualmente nos gustaría a todos no pagar impuestos. Como existen unas penalizaciones por no hacerlo y no es del todo fácil, sólo unos pocos defraudan. Y esto hace que todo el mundo resulte perjudicado. Si miramos por nuestro interés personal, defraudar nos viene bien. Si miramos por el interés de todos, defraudar nos viene mal en conjunto (ya sea porque el resto paga más o porque tenemos menos servicios públicos o de menor calidad).
Este problema me recuerda al dilema del prisionero de la teoría de juegos. Si buscas el beneficio personal al final sales perjudicado (por menos servicios) y también la sociedad en general (más impuestos). Si en cambio se buscara el beneficio de la sociedad no habría fraude, los impuestos serían más bajos y tendríamos mejores servicios. Pero el egoísmo es algo que caracteriza al ser humano. Tanto que un 43% de la población justifica el fraude fiscal, a pesar de que muchos de los que han respondido así a la encuesta seguramente pagan religiosamente los impuestos.
Vía | El País
En El Blog Salmón | El 99% no denuncia el fraude fiscal, Fraude fiscal provoca caída del 30% en ingresos por IVA
En Pymes y Autónomos | Después de todo, defraudar es lo normal ¿no?
Imagen | Gaelx