Lo que es la vida. Al final, la frasecilla de marras esa de si la vida te da limones, hazte una limonada, es una verdad como un templo. Hoy tenía mis dudas sobre que escribir. Pero, gracias a los comentarios de algunos en Meneáme, lo tengo claro. Y es que me han dado hecho el post. Gracias chicos.
Decíamos ayer que Hacienda no somos todos. Y, para algunos de estos finos interpretes de la Teoría de la Hacienda Pública, ésto ha supuesto una afrenta intolerable: no tienes ni idea de lo que hablas (me lo dice toda una autoridad en la materia), un blog se parece más a un púlpito que a una cátedra (debe ser la que amparó a Sebastián en su breve regreso a las aulas), la economía se ha vuelto como el fútbol, cualquier patán se atreve a dar un sermón (en su caso podríamos hablar de pequeña admonición y poco más), ignorancia supina...
A ver si soy capaz de responder a todas las acusaciones:
<li>La más graciosa. Es que <em>ésto es un procedimiento general, consecuencia lógica de los Tratados de Doble imposición</em>, Tratados que buscan evitar que una persona acabe pagando impuestos por el mismo Hecho imponible en dos Estados distintos. Y digo yo que es <strong>justo al revés</strong>. Los Tratados de Doble Imposición<strong> lo que buscan es alterar el procedimiento ordinario para evitar ese hecho</strong>. Son la excepción, y de hecho el número de países con convenio firmado es reducido.</li>
<li>Pero llegado este punto me pregunto. <strong>¿Alguno se ha leído el post? , ¿y el artículo que cito? </strong>Estamos hablando de paraísos fiscales, considerados como tales por la propia Hacienda española, y con los que, en buena lógica, <strong>no hay suscritos acuerdos con ellos</strong>. Y es que, chicos, su negocio es no cobrar impuestos o hacerlo testimonialmente, y sobre todo no facilitar información de ningún tipo a las Haciendas de los otros países. ¿Es tan difícil de entender esto?</li>
<li>Es por ello, que esa especie de canto al emigrante español que hacen algunos del tipo de <em>por favor déjenme invertir en la deuda pública de esa España mía, esa España nuestra</em>, es una excusa bastante fofa. <strong>Los emigrantes españoles no se manejan desde las Islas Caimán</strong>, al menos no a los que refieren los ofendidos de Menéame. Los emigrantes españoles <strong>residen en países que, generalmente, ya contaban con esos Tratados de Doble Imposición</strong>. Para ese viaje, no hacían falta estas alforjas.</li>
<li><em>Bienvenida sea la inversión foránea</em>. ¿Alguien dice lo contrario? Lo que <strong>me parece raro es que, en el marco fiscal español, se facilite la operativa desde paraísos fiscales</strong>. Insisto en que hablo de países con respecto de los cuales se han tomado (y se siguen tomando) medidas de control, como origen u destino de inversiones (pensemos en el cobro de dividendos o en el rescate de participaciones de fondos desde dichos paraísos). Y la justificación para la existencia de este tipo de medidas, no sólo en España, es doble. Por un lado evitar la competencia fiscal y por otro <strong>poner coto a un entramado legal y fiscal que puede favorecer el blanqueo de dinero</strong>. ¿Bienvenida la inversión foránea aun en este último caso?, ¿por qué el cambo de criterio?</li>
<li>La respuesta a la pregunta anterior es fácil.<strong> Se acabaron los tiempos del superávit.</strong> Nos vamos a meter, gracias a la crisis financiera y la política de gasto público del gobierno actual en una espiral diabólica. Menos ingresos públicos y muchos más gastos, tanto en lo social como en obras públicas. ¿Quién va a a financiar eso? No parece que el ahorro nacional. Y <strong>acabamos <em>admitiendo pulpo</em>, venga de donde venga</strong>.</li>
<li>Pero claro, para algunos <em>todo esta crítica esta hecha con alguna intencionalidad política</em>. Pues si pero no. Si con eso se refieren a que soy un vocero del PP y que cualquier día voy a acabar glosando el buen gusto en corbatas de Mariano, pues no. Pero esta claro que <strong>todos nos posicionamos desde una base ideológica concreta</strong> (he dicho ideológica, no partidista, eso se lo dejo a algunos de los comentaristas). Y en el caso del que suscribe es desde una orientación liberal. Y es la misma, que en ocasiones, me hace censurar al PP. ¿Qué le meto más el dedo en el ojo al PSOE? A ver si va ser debido a que es el Partido que gobierna desde hace 4 años...Ya se que para algunos es difícil entenderlo. Me refiero a los que sacan a Aznar a pasear cada tres por cuatro, y afirman cosas como que sera legal, pero es una estafa (la tributación a través de una sociedad). A ver si estudiamos un poquito de Derecho Penal. <strong>Si es legal, no es una estafa</strong>. Es una economía de opción. Tributa a través de una sociedad porque el marco legal se lo permite y le sale a cuenta. Otra cosa es que a ti no te salga.</li>
<li><em>Se saca a pasear a Keynes y se le acusa de no se sabe qué</em>. Parece ser que hay que darlo todo masticadete. Pues empecemos por el principio. Hay un enlace que lleva a otro post. Una vez llegas allí hay que leerlo, y después de éso, hablamos.</li>
<li><em>Se pone verde al gobierno socialista de los 80 - sin que tampoco venga a cuento - por una medida que, dicho sea de paso, funcionó a las mil maravillas</em>. Me da la sensación de que el autor de esta opinión no vivió, al menos financieramente, en los 80. Esa medida que tanto te gusto estaba paquetizada con otras. Tipos brutales de interés e intenso gasto público, fortísimo déficit publico y altas tasas de endeudamiento de dicho sector. <strong>Los tipos de interés, más el no mirar de donde venía el dinero, atrajo fuertes sumas de capital para financiar esa explosión económica</strong>, lo que a su vez aprecio la peseta exageradamente. La inflación, se disparo por todo ello, y el paro no acababa de bajar. Todo ese mejunje acabó explotando en el 92 (crisis de caballo, devaluaciones, etc...) Lo dicho, que funciono maravillosamente. Y respecto a que estoy criminalizando una medida utilizada para captar dinero negro, dos apuntes.<strong> No hubo ningún plan</strong>, se trocó la necesidad en virtud. Las Haciendas estaban felices con el sistema. Y digo Haciendas porque también lo acabaron aplicando las Forales, extremo este que no le gusto nada a la Hacienda central. Esto, conjuntamente con que<strong> todo tiene un límite, y el nuestro llegó en el 92,</strong> hizo que los motivos que dieron origen a esta herramienta fiscal desaparecieran. ¿Y quehacer con el dinero? Pues los No Residentes podían escaquearse más fácilmente, pero los Residentes lo tenían complicado (vaya, igual que ahora). Y se les amnistió fiscalmente a cambio de un crédito blando al Estado. Por cierTo, que de haber existido un plan al final todo se reduciría a la máxima de Maquiavelo, y es que <strong>para algunos el fin justifica los medios. Para mi no.</strong> Especialmente cuando acaban minando la credibilidad en el sistema, como así ocurrió.</li></ul>
Mañana más y mejor.
Vía | Menéame
Foto | Gussty