Hace unos días vi en Menéame una noticia en la que se criticaba a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) por no permitir a la Empresa Municipal de Transportes (EMT) instalar Wifi gratuito en sus autobuses urbanos. La conversación que se montó tiene bastantes puntos interesantes, y una gran mayoría estaba en contra de esta decisión. Yo voy a llevar la contraria.
La EMT presta un servicio público deficitario, es decir, no logra ganar dinero con ello, tiene que sufragarse con impuestos además de con lo que pagan sus usuarios por el billete. Y además, defiendo este modelo. Si se subieran los precios del transporte público hasta que cubriera gastos, posiblemente sería muy caro y la gente preferiría ir en coche, con lo que la calidad de vida de la gente disminuiría: más atascos, más contaminación, más problemas de aparcamiento. Al igual que se puede poner un impuesto a los automóviles que sea una externalidad para sufragar todos los problemas que producen, también se puede subvencionar un tipo de transporte deficitario para encaminar a la gente a un sitio al que individualmente no quiere ir pero que colectivamente es muy beneficioso.
Pero, ¿para qué debe la EMT proporcionar Wifi gratuito en los autobuses? Eso sólo serviría para que el servicio sea más deficitario, y además no entiendo muy bien cuál es el objetivo de tal proyecto. Ya existe un servicio de Internet en los autobuses y se basa en la telefonía móvil. Muchos dirán que cobran precios abusivos, pero hay tarifas en el mercado desde 5 euros al mes. ¿De verdad alguien que pasa mucho tiempo en los autobuses de Madrid no puede pagar 5 euros al mes por tener Internet, si realmente lo desea?
Ese es uno de los argumentos de la CMT para no permitir el servicio. Pero la CMT ha dado dos alternativas. La primera, que se cobre el servicio, con un suplemento en el precio del billete. La segunda, que se sufrague con publicidad. Ambas alternativas parece que están más encaminadas a no permitir un mayor déficit en la EMT que a fomentar la competencia, cosa que es la tarea de la CMT, pero me parecen correctas. Si cobras por el servicio (sólo a los que quieran tenerlo) sería justo, no estarían sufragando todos los usuarios algo que muchos no quieren. Claro que seguro que sería más barato conectarse por el móvil. Y si se sufraga por publicidad, tampoco incrementas el déficit. E incluso le das a la competencia (las compañías de telefonía móvil) la posibilidad de imitar el modelo.
Este ejemplo y el de algunas redes Wifi municipales se están encontrando de frente a la CMT. Es cierto que hace algunos años quizá fuera necesario, ya que no había buenas velocidades y precios para Internet Móvil, pero hoy en día es muy asequible. “Regalarlo” por parte de los ayuntamientos nos cuesta a todos dinero. Que sea gratuito no quiere decir que no paguemos por ello. Y sólo deberíamos subvencionar servicios que realmente no se estén ofreciendo de forma eficiente. Internet móvil no es uno de ellos.
Vía | Menéame
Imagen | Net-Business