¿Quién no ha tomado alguna vez en su vida una pastilla de Nolotil por un dolor de cabeza? Este medicamento aparece en los botiquines de muchísimos hogares españoles como opción recurrente ante determinados episodios sobre nuestra salud. La automedicación sigue siendo un problema generalizado, pero en este caso, su demanda no es bajo este sentido, sino a través de recetas médicas. Por lo que nos planteamos, ¿qué ocurre con él?
El metamizol, el componente químico de la marca Nolotil bajo la que se comercializa, encabeza la lista de los medicamentos más vendidos en nuestro país cada año. Junto a los analgésicos como el paracetamol, los antipiréticos y los antiinflamatorios como el conocido ibuprofeno, el metamizol es un medicamente muy recurrente pero, ¿conocemos los peligros a los que nos exponemos con su consumo?
Cuando el Nolotil no necesitaba de receta
En la actualidad el Nolotil es un analgésico y un antipirético que se receta por los médicos en caso de dolor agudo o presencia de fiebre. Podemos encontrarlo en las farmacias en diversos formatos, como las ampollas, los inyectables o las populares cápsulas de 576 miligramos. El metamizol está comercializado por la farmacéutica alemana Boehringer Ingelheila y se vendió por primera vez en España en el año 1966.
Se trata éste de un medicamente que únicamente se adquiere con receta médica en nuestro país, aunque hasta hace no mucho no era necesario tenerla para poder comprarlo. Cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) avisó de su exceso consumo, se regularizó su venta.
Pero esto no quedó aquí y además de controlar su consumo se prohibió su venta a los turistas británicos después de que en 2018 fallecieran diez de ellos que habían consumido este medicamento. La realidad es que se desconoce si la causa de la muerte fue simplemente su consumo o un uso incorrecto del mismo, pero dado lo sucedido se atajó el problema de raíz.
El Nolotil, prohibido en algunos países
Aunque en nuestro país el metamizol es uno de los fármacos con los que más familiarizados estamos, no ocurre así en otros lugares del mundo. Este medicamento que se toma por dolores de cabeza, consecuencias del periodo menstrual, ante un dolor de muelas o por otras dispares patologías, se encuentra prohibido en países que no son España.
En este sentido, Suecia lo prohibió por primera vez en 1974, volviendo a su venta en 1995 y posteriormente volviéndolo a prohibir para recientemente permitirlo de nuevo. En otros países como Estados Unidos, Japón, o Europa occidental el metamizol está prohibido.
¿Cuáles son los efectos secundarios del Nolotil?
El consumo de metamizol tiene consecuencias sobre nuestra salud, que aparecen especificadas en su prospecto pero que en realidad pocas personas conocen. Entre sus efectos secundarios se encuentra la reacción alérgica, pudiendo ir desde un enrojecimiento de la piel hasta un problema más serio como un angioedema o hinchazón balo los ojos, manos, pies, garganta o vías respiratorias. Otras reacciones que tiene son la hipotensión, las reacciones cutáneas, la necrólisis, la hemorragia gastrointestinal o lesiones hepáticas agudas.
Los analgésicos pueden crear adicciones
Diferentes tipos de medicamentos pueden llegar a causar dependencia en determinados casos. Tipos como los opiáceos pueden llegar a provocar su adicción llegando a ser dificultosa la retirada del mismo, ya que si se deja de tomar de forma radical puede desencadenar cuadros de abstinencia. Esto ocurre también con los antiinflamatorios como el ibuprofeno o los analgésicos como el nolotil, cuando lo tomamos de forma recurrente ante cualquier tipo de malestar.
En función cual sea el grado de dolor y su origen la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una escala analgésica. En ella se establece en primer lugar los dolores de tipo leve tratados con medicina no opiácea como los antiflamatorios no esteoideos (AINE), tales como el paracetamol o el metamizol. En segundo lugar encontramos el dolor moderado con opiáceos débiles como el tramadol, la codeína o la hidrocodona. El último puesto en la escala de dolor y por consiguiente los dolores severos son tratados con opiáceos fuertes como la morfina.
Separar la adicción de la necesidad es una delgada fina que puede llevarnos de un lado a otro. De forma frecuente solemos acostumbrarnos a un dolor recurrente y a la ingesta de determinados fármacos para controlarlos. Si nos excedemos en su empleo puede llegar a ser perjudicial para la salud y provocar una dependencia que garantice nuestro buen estado.
El Nolotil llegó a ser el fármaco más vendido en España en el año 2018 con 18 millones de unidades suministradas y en la actualidad continúa siéndolo. Ante esto, es importante cumplir con las prescripciones médicas en cuanto a durabilidad de los tratamientos y el consumo de las dosis indicadas. La consulta en nuestras farmacias siempre será de gran ayuda y sobre todo evitar la automedicación.