Las negociaciones del Brexit están llegando a su etapa final y por ahora, el escollo de Irlanda del Norte está no ha sido desatascado. Sin embargo, parece que sí hay un acuerdo para Gibraltar, que se enfrenta a una decisión crucial, por su vinculo terrestre a España que le abre las puertas de la UE.
La colonia británica ha sido un foco de atenciones desde que los británicos apostaron por abandonar la UE. Tras el referéndum, la incertidumbre generada llevó a especular diferentes alternativas que se podrían dar con el Peñón.
El peculiar caso de Gibraltar
Gibraltar es una de las mayores anomalías dentro de la Unión Europea. Si nos ceñimos al tratado de adhesión del Reino Unido a la Comunidad Económica Europea (CEE) se incorporaba como "territorio europeo de cuyas relaciones exteriores el gobierno del Reino Unido es responsable", no hay un estatus parecido o mínimamente comparable en toda la UE.
Sus peculiaridades van a más... Es un territorio que España cedió "a perpetuidad" a la Corona británica según recoge el Artículo X del Tratado de Utrecht de 1713 y reafirmado en 1783 por el Tratado de Versalles.
Históricamente España ha reclamado la soberanía sobre el Peñón pero se ha visto obstaculizada por la negativa del pueblo a cualquier cambio de soberanía, y por la negativa del Gobierno británico a imponer cualquier cambio de este tipo en contra de los deseos locales. De hecho, el pueblo de Gibraltar manifestó su deseo de preservar sus vínculos con el Reino Unido en los referendums celebrados en 1967 y 2002.
Si en la etapa franquista España cerró las fronteras con Gibraltar, lo cierto es que a partir de 1985 se ha producido un proceso de apertura dinámico, y hoy existe una mejora notable en la red de carreteras en el sur de España por lo que la accesibilidad al Peñón es fluida.
Desde el punto de vista económico, existe una fuerte presencia de negocios transfronterizos y las relaciones sociales son amistosas y extensa, con cerca de 14.000 trabajadores tranfronterizos y muchos gibraltareños propietarios de casas de vacaciones en España.
La competencia fiscal de Gibraltar y su apertura le ha llevado al pleno empleo en su máxima expresión (45 solicitantes el último trimestre). Su economía crece al 8,6%, mantiene una baja ratio deuda pública sobre PIB (15%) y administra el 20% de las pólizas de seguros automovilísticos del Reino Unido y el 70% del negocio de las apuestas online.
Gibraltar apostó por la Unión Europea. En el referéndum del Brexit la opción 'remain' arrasó con el 95,78% de los votos, el doble que el porcentaje que se reflejó en el Reino Unido (48,1%). Pero las relaciones exteriores de Gibraltar las lleva el Reino Unido, por lo que el Brexit arrastra a Gibraltar y hay que ver qué sucede con este territorio.
Ni co-soberanía ni cierre fronterizo.... Cambios mínimos en el Brexit
Miembros destacados del Gobierno español anterior como el ministro de exteriores José Manuel García Margallo, vislumbraron en el Brexit como aquella oportunidad para emprender un proceso de soberanía compartida con el Reino Unido sobre el Peñón.
La estrategia se focalizaba en un proceso de descolonización del territorio amparado por Naciones Unidas que se iniciaría mediante un primer paso de co-soberanía en el que se garantizaba a Gibraltar un pie en la Unión Europea. Sin embargo, parece que el movimiento final quedará lejos de determinadas aspiraciones.
Al igual que ocurre entre Irlanda e Irlanda del Norte, las relaciones entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar -comarca de la província de Cádiz- son tan fluidas que la sombra de ruptura sin acuerdo perjudicaría a la integración económica de todas las partes.
Si contextualizamos, el entorno más próximo a Gibraltar se sufren elevadas tasas de desempleo en los municipios cercanos: Algeciras (26,61%) y La Línea de la Concepción (32,05%).
Por ello, se ha trabajando en un acuerdo específico para Gibraltar para que no interfiriera en las negociaciones del Brexit y no bloquear la frontera terrestre. Hasta la fecha, el Gobierno español no ha hecho referencia alguna sobre el pacto alcanzado pero Theresa May ha anunciado que se ha alcanzado un acuerdo. Lo único que ha trascendido en prensa son las líneas maestras que ha relatado su Primer Ministro, Fabian Picardo:
"En discusiones con España y Reino Unido hemos podido acercarnos a los términos finales de un protocolo y cinco memorandos adyacentes, que tratan cuestiones de coordinación policial y aduanera, medio ambiente, tabaco, fiscalidad y la muy importante protección de los ciudadanos".
La cuestión del tabaco podría ser la de mayor impacto para Gibraltar que suma una importación de 72 millones de cajetillas al año, lo que genera 180 millones de euros en derechos de importación que se acaba vendiendo en España de contrabando. Desde la AEAT se ha cifrado que la repercusión del contrabando de tabaco en las cuentas gibraltareñas en el 30% de su presupuesto y en torno al 20% de su PIB.
En relación a la fiscalidad de Gibraltar, el Peñón siempre ha sido identificado por parte de España como paraíso fiscal. Tal mención tendría sentido si Gibraltar no compartiera información fiscal o tributaria cuando se le requiere pero cumple los estándares que marcan desde la OCDE. En relación a sus bajos impuestos, no tendría mucho sentido que renunciaran a su gran motor para atraer inversión extranjera para acercar sus tipos de gravamen a España o los tipos de la UE.
Por lo tanto estamos hablando de cambios mínimos entre la relación entre España y Gibraltar. Se han descartado las ideas de co-soberanía y cerrar el paso fronterizo de la Línea y se ha trabajado en cuestiones de cooperación entre gobiernos para que el impacto del Brexit sea el menor posible en este territorio y sus ciudadanos fronterizos.
No obstante, la Unión Europea ha fijado su postura en que debe ser España quien autorizará la aplicación en Gibraltar de los acuerdos futuros que se alcancen con el Reino Unido una vez abandonan la Unión Europea. En otras palabras, tras la salida, ningún acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido puede aplicarse al territorio si previamente no existiera un acuerdo entre España y el Reino Unido.