El Poder del Dinero from joaquinramos on Vimeo.
He visto los 5 primeros minutos y lo he dejado, he leído 3 lineas y no sigo…pues lo siento, yo no soy de esos. Me gusta leer, ver, escuchar, propuestas que no coinciden con mi forma de ver las cosas. Si hubiese aplicado esa regla no hubiese visto el documental El poder del dinero, que defiende la teoría de que los mercados son irracionales. Ya.
Es un documental del 2011 que defiende la tesis de que, al igual que con la comida o el sexo, es hablarnos de dinero y tomar decisiones irracionales, y para ello exponen una serie de experimentos, de análisis neurológicos y lo ligan con la crisis inmobiliaria en USA. ¿Su conclusión? Cómo los mercados son irracionales, es necesario un Gobierno que los controle. Bonito documental, conclusiones erradas.
No voy a hacer una análisis detallado, creo que le quitaría la gracia si no habéis visto el documental, pero si voy a tocar tres o cuantos, a modo de ejemplo.
Más allá de la falsa dicotomia liberales-racionalistas-matemáticos- Escuela de Chicago frente a intervencionistas-behavioral-heterodoxos-keynesianos, que ni tanto ni tan calvo, arranquemos con los experimentos, que son el argumento de enganche de esta obra.
Por ejemplo, el documental arranca con la subasta de un billete de 20 dólares, siguiendo las reglas que ya comente hace tiempo en este post ¿Subastas irracionales? Las conclusiones que extraen de como se desarrolla subasta es que el dinero, la excitación del momento les hace ponerse tontos y pujar por más de lo que vale. Para nada es lo que yo creo.
Como deja claro uno de los economistas, esta subasta es una trampa. La única manera de ganar es no participar en ella. No se trata de un caso de avaricia, de irracionalidad cegados por el becerro de oro. Es más una demostración de que antes de actuar, hay que analizar las reglas. La dinámica ascendente se produce cuando son conscientes de cómo funciona, y tratan de minimizar las perdidas en una suerte de carrera suicida.
Luego está esa prueba de preferencia temporal, de preguntar a la gente que elija entre 100 dólares dentro de un año, o 102 dentro de un año y un día-. Esto último tiene sentido, ganemos dos dólares por un día. La gente elige mayoritariamente la segunda. Cuando les dicen que que prefieren, si 100 dólares hoy, o 102 mañana, la gente opta por la primera. A esa apuesta por el corto plazo en relación con el dinero lo consideran irracional, pero yo estoy nada seguro de ello.
Vamos a ver, ¿quién me garantiza a mi que al día siguiente voy a tener esos 102 euros en el bolsillo?, ¿de qué conozco al entrevistador? Ante la opción de una ganancia segura e inesperada de 100 dólares hoy, y la probable de 102 dólares mañana, ¿qué haríais?
Os lo voy a exponer de otra manera. Mariano Rajoy somete a referéndum la posibilidad de optar a todo el mundo por una rebaja fiscal del 10% por este año, o aplazarlo al 2013 y entonces sería una rebaja del 25%. ¿Con qué opción os quedabais? No me lo digáis, sois unos irracionales según los del documental, tanto como los monos del experimento de Yale que relata Freaknomics.
Lo que quiero decir es que lo de la racionalidad como un valor absoluto no lo tengo muy claro. Entiendo que cada uno de nosotros tenemos nuestras razones, que no tienen que coincidir con las de otros. Pensemos por ejemplo en el video, cuando se habla de la crisis inmobilaria y se compara a los inversores con una suerte de lemmings.
Seamos empáticos. ¿De verdad era tan irracional apalancarse cuándo los tipos de interés reales eran negativos, decisión de los políticos?, ¿o cuándo el mensaje lanzado desde el Gobierno era de apoyo si o si a la compra de vivienda vía programas gubernamentales, legislación, agencias tipo Fannie Mae, Freddie Mac?
¿Qué alteraba la racionalidad de los compradores, el dinero o todo un proceso diseñado por el complejo Gobierno-Banca que te empujaba a ello? Casi, casi que la única opción viable para no perder, era igual que con la subasta del dólar, no jugar. Pero para mucha gente esa no es una opción en la vida real.
Quizás, a la vista de lo último que comento, la irracionalidad no se desata tanto en relación con el dinero, como en la promesas del Gobierno. Quizás lo irracional fue confiar en los políticos, ya que, si las personas y los mercados somos irracionales frente al dinero, ¿qué hace que los políticos o los tecnócratas no lo sean?, ¿acaso no son seres humanos y sus proceso neurológicos no son como los de los demás?
En El Blog Salmón | Las burbujas y la irracionalidad del mercado, Los que tiran la primera piedra