Leyendo el artículo de ayer de mi compañero, Marco Antonio, sobre la crisis en Europa y sobre el papel de la canciller alemana, Angela Merkel, donde termina con las palabras “...la arbitraria ceguera de Angela Merkel”, me recordaba de las muchas críticas que la Sra Merkel está recibiendo por todas partes, casi todos, como si Angela Merkel es la culpable de la situación en que se encuentran los países europeos en dificultad.
Como Marco Antonio nos habla de Italia, y nos da un gráfico llamativo, me pareció interesante que hablemos de Italia. El profesor de la escuela de negocios, INSEAD, Antonio Fatas, nos da información sobre Italia y nos demuestra que este país se ha ganado a pulso que los mercados financieros estén cuestionando su situación económica y que tenga que hacer cambios económicos de una vez. Cambios que han tenido que llegar fozados, ya que no han sido capaces de tomar las decisiones necesarias voluntariamente. Seguimos esperando.
Como vemos en el gráfico, el ratio de la deuda italiana sobre su PIB ha subido y bajado, pero siempre ha estado alto y ahora no precisamente está por encima de donde lo hemos visto en su pasado. Que Italia necesite llevar un superávit en su presupuesto de Estado, excluyendo intereses, de aproximadamente el 5% de su PIB sólo para mantener su ratio de deuda a PIB constante, no es cosa de Angela Merkel.
Como vemos en uno de los gráficos de Marco Antonio, que el ritmo de crecimiento del PIB italiano haya sufrido más o menos continuamente desde los últimos 50 años, no es cosa de Angela Merkel.
Finalmente, que Italia esté sufriendo niveles de interés cada vez más altos es verdad pero que estos niveles, no sólo no son nuevos, pero ni son históricos, eso si, están en los más altos desde que llega el Euro, tampoco es cosa de Angela Merkel.
Italia ha seguido el camino de déficits públicos desde casi siempre y ha seguido el camino de alta y creciente deuda pública también desde casi siempre. Que hayan sobrevivido hasta ahora no quiere decir que, ahora que los mercados están mirando con lupa a todos, que las cosas no iban a cambiar, en algún momento. Pues han cambiado y no debe sorprender que Italia ya no puede sostener su situación fiscal desastrosa. Nada de esto es culpa de Angela Merkel.
Que Angela Merkel no quiera garantizar todas las deudas europeas, de Italia, de Grecia, o de quién sea, tampoco debe sorprender a nadie. ¿Quién querría garantizar deuda sin fin de países que no se dignan a introducir políticas económicas sostenibles?
En El Blog Salmón | Porfías de Angela Merkel amplifican el ciclo recesivo y dividen a Europa