El índice Markit de la industria alemana publicado ayer, da cuenta que el sector se encuentra sufriendo una fuerte contracción debido a la caída de las exportaciones. El índice descendió en junio a su nivel más bajo desde junio de 2009, encadenando cuatro meses de descenso continuo y demostrando que Alemania no es inmune a la crisis.
El índice PMI de las ventas industriales, que se basa en una encuesta a 1.000 empresas alemanas, cayó a 44,7 puntos dando cuenta del empeoramiento que vive la economía europea producto de los planes de austeridad que han frenado la demanda. Este hecho acrecienta los temores de un menor crecimiento en toda la economía mundial y se anticipa un segundo semestre en rojo.
Europa ha sido uno de los principales mercados para las exportaciones alemanas pero en 2011 sólo el 59,2% de las exportaciones fueron a los países de la Unión Europea, el nivel más bajo en 20 años. Esta tendencia decreciente continuará dado el débil impulso que hoy tienen las economías europeas. La maquinaria demoledora de los planes de austeridad que se aplican en la periferia ha comenzado a golpear fuertemente al núcleo.
De ahí que el Banco Central Europeo (que ha permanecido de brazos cruzados frente a la crisis) deberá repensar su política y bajar la tasa de interés que actualmente está en el 1%. Los errores de Jean-Claude Trichet, cuando el año pasado subió en dos ocasiones la tasa de interés, en un gesto de pura arrogancia asegurando que “Europa ha superado la crisis”, han quedado finalmente al descubierto.
Esta vez Mario Draghi deberá recortar la tasa en al menos medio punto para intentar revertir la situación que comienza a deteriorar a la principal economía europea. La fuerte caída en la producción industrial que vive la industria alemana demuestra que el país que comanda Angela Merkel no está blindado y que no es inmune ni resistente a la fuerza destructiva que esta crisis está infligiendo a todas las economías del mundo.
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