El tema de esta semana no puede ser otro que la amnistía fiscal que ha aprobado el Gobierno para los presupuestos de 2012. Como hemos explicado por aquí existe un gran riesgo moral, ya que los contribuyentes que no defraudan ven como se les queda cara de tontos, ya que los que sí han defraudado pueden volver a la legalidad pagando mucho menos de lo que les correspondería.
Realmente es bastante difícil encontrar alguna opinión que esté a favor de esta amnistía fiscal. El riesgo moral que introduce es un factor determinante para la oposición a la que se enfrenta la medida.
La única opinión a favor que he encontrado de esta medida la he leído precisamente en un blog de la casa, Pymes y Autónomos. Ahí se apunta a que una repatriación de rentas podría dar lugar a una mayor liquidez en la economía española, lo cual repercutiría positivamente en las Pymes.
Yo tengo mis dudas. Primero, porque la medida puede que no sea suficientemente atractiva para atraer capitales o aflorar dinero negro. Por un lado repatriar dinero que esté en el extranjero puede verse como un riesgo, a pesar de los incentivos. Y el que tenga dinero negro dentro de España lleva años manejándolo como para blanquearlo por un 10%. En el caso que funcionara la medida, no creo que sirviera para dar más liquidez a la economía, lo único que lograría es recaudar más impuestos (y ese es el objetivo de esta medida, no dar liquidez).
En los próximos meses veremos si la medida es efectiva o no. La medida tiene vigor hasta noviembre de este año, y a partir del próximo año defraudar a Hacienda saldrá más caro. Pero sin más inspectores tampoco es creíble este endurecimiento, la verdad.