El 1-O ha marcado un antes y después para las empresas catalanas, debido a que se ha extendido una incertidumbre generalizada sobre los próximos eventos políticos que agitarán la autonomía.
El proceso independentista en el que está inmerso el Govern de la Generalitat ya está impactando contra una de las variables más sensibles de una sociedad, la economía. Estamos presenciando consecuencias como la caída de la reservas hoteleras, la retirada de dinero, la espantada de empresas y un deterioro en las previsiones económicas.
Caída de las reservas hoteleras y en las ventas de la hostelería
Durante los meses de verano, el concepto que se puso de moda era la turismofobia. Sin embargo, actualmente existe una fuerte preocupación en el sector del turismo debido a la inestabilidad política que se ha generado en Cataluña que está impactando en el negocio hotelero.
A pesar que no existen cifras oficiales, desde el sector hotelero asegura que las reservas para el mes de octubre han caído entre un 20 hasta un30%. Las reservas que se han visto especialmente afectadas han sido los viajes organizados para grupos o bien corporativos.
Tal y como afirma Exceltur en su último informe, si se mantiene la actual tendencia prevista de caída de reservas del -20% en el cuarto trimestre, el conjunto de la actividad turística en Cataluña y en especial Barcelona, sufriría la pérdida de 1.197 millones de euros de actividad económica.
El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Alvaro Nadal, ha comentado que se está frenando el turismo catalán que estaba consolidando un fantástico crecimiento con una tasa interanual aproximada al 10%. No obstante, las cifras del gobierno inciden en que el incremento acumulado sería del 2%.
La situación vivida en Cataluña está espantando los turistas más preciados, los británicos. De hecho, la web del gobierno británico comenta lo siguiente para los turistas británicos que desean viajar a España:
Las manifestaciones que han tenido lugar en Barcelona y otras zonas de la región catalana pueden continuar durante algunos días. Pueden ocurrir con poca o ninguna advertencia e incluso las manifestaciones destinadas a ser pacíficas pueden escalar y convertirse en confrontaciones. Debes tener cuidado si estás en las cercanías. Las manifestaciones también pueden causar algunas interrupciones y retrasos en los servicios de transporte. Se han hecho llamamientos a la huelga que también pueden afectar a los servicios locales durante el período inmediato.
También nos encontramos con que el sector de la hostelería está sufriendo con el proceso secesionista. Según afirma Roger Pallarols, director general de Gremi de Restauració, para elEconomista: “la tensión política, que nos está sentando mucho, y que está provocando ya una de las ventas acumuladas de entre el 25 y el 30%”.
El dinero se mueve ante la incertidumbre en Cataluña
Si hay algo que teme el mundo del dinero es la incertidumbre generalizada. Y a partir del 1-O, el dinero se ha vuelto especialmente temeroso con los activos vinculados a Cataluña o que tengan una mínima exposición.
En la llamada economía financiera, también hemos visto consecuencias después de la fatídica fecha del 1-O. Con los datos que facilita la consultora estadounidense EPFR, vemos que los flujos de fondos en España han experimentado el segundo reembolso más alto de su historia en los fondos de renta variable.
Previamente, ya se habían producido algunos movimientos importantes durante el mes de septiembre. De hecho, según los datos de Inverco, las tensiones políticas previas al 1-O, impactaron directamente a la mayor gestora de fondos del país, CaixaBank Asset Managment, que sufrió unos reembolsos netos por un importe de 261 millones de euros en el mes de septiembre.
También conocemos que desde principios del mes, las dos entidades bancarias catalanas por excelencia y, CaixaBank y Sabadell, vieron fuertes salidas en sus depósitos. Por esa razón, ambas entidades bancarias decidieron el traslado de sede social, para que en última estancia quedar protegidos por el paraguas de liquidez que ofrece el Banco Central Europeo.
Por ahora, el único dato que se ha publicado en referencia a las salidas de depósitos lo ha facilitado Dolors Montserrat, ministra de sanidad, que ha comentado que “las empresas se van porque sus socios, sus accionistas ven como en un día perdieron 4.000 millones de euros en cuentas bancarias en Cataluña”.
La fuga de empresas no se detiene
La salida de empresas del Cataluña se inició después de que el referéndum quedará suspendido por el Tribunal Constitucional que finalmente se celebró el pasado 1 de octubre. A raíz de ese evento, se pudo observar que en el entorno empresarial catalán las empresas están decidiendo trasladar la sede social y/o la sede fiscal fuera de Cataluña, generando un efecto bola de nieve.
La salida diaria con sede en la comunidad autónoma se encuentra en 150 empresas. La directora de Registradores Mercantiles de España, Ana del Vall, calculó para el 17 de octubre que el total de traslados ascendía hasta 691 empresas.
Los traslados de sedes abarcan desde los grandes bancos como Caixabank y Sabadell, otras grandes empresas como Gas Natural, Colonial o el Grupo Planeta, empresas emblemáticas como Freixenet, Codorníu o la Bruixa d’Or y diferentes pymes catalanas.
No parece que el ritmo de el traslado de empresas vaya a disminuir en los próximos días, mientras siga la percepción de una gran incertidumbre sobre el marco jurídico catalán, en un momento en el que las tensiones entre el gobierno central y el gobierno autonómico son crecientes.
Las previsiones económicas se deterioran para España
Por ahora, las previsiones económicas para España no se verían afectadas en el corto plazo. Es más, el gobierno ha adelantado un incremento en la proyección de crecimiento de la economía española desde el 3% actual hasta el 3,1%.
El problema surge a partir del ejercicio 2018. El Ejecutivo ha mencionado que la crisis política catalana y La ausencia de presupuestos repercutirá en el objetivo de crecimiento del PIB español para el siguiente ejercicio dejándolo en el 2,3%, por debajo del 2,6% que se había previsto inicialmente.
La demanda interna, formada por el consumo y la inversión, sería la principal macroeconómica afectada reduciendo cuatro décimas pasando de una previsión del 2,2% al 1,8%.
El problema se centraría especialmente en Cataluña. La agencia de calificación S&P ha alertado que la situación económica y política “posiblemente conduciría una fuerte desaceleración, y tal vez incluso a una recesión“.
La previsión del déficit público también quedaría ligeramente alterada para el 2018. En este caso, si el objetivo de déficit comprometido con Bruselas es del 2,2%, la estimación del déficit actual sería de una décima superior, el 2,3% del PIB.