Desde julio de 2012, se publica mensualmente el índice Sentix Euro Breakup, a través de una encuesta realizada a 1.039 inversores individuales e institucionales, en la que se mide la probabilidad de que un país abandone la moneda única a un año vista.
Por primera vez, el país que tiene mayores probabilidades de abandonar la zona euro dentro del año de perspectiva entre los inversores encuestados, es Italia, bajo el término "Italexit".
De hecho, Grecia ha a dejado de dominar la actualidad económica de la zona euro. Es más, la probabilidad de que salga Grecia del euro ha caído hasta al 8,48%, lo que supone el nivel más bajo desde el año 2014, mientras que la probabilidad de salida de Italia ha escalado hasta el 9,88%.
Italia es ahora el país de referencia en una eventual nueva crisis de la zona euro y es que cabe recordar la situación precaria que sufre en el entorno bancario italiano, las cuestiones políticas en la reforma constitucional y los diferentes problemas económicos que atraviesa el país en relación a su bajo crecimiento económico, salidas de capital y su alto nivel de deuda pública.
Midiendo el riesgo político de Italia
El gran elemento de riesgo político que traviesa Italia y el euro próximamente se enfoca en el referéndum de la reforma constitucional que se celebrará el día 4 diciembre. Los italianos quedan convocados a votar la reforma constitucional aprobada por el parlamento italiano.
Esta reforma modificará de manera notable el funcionamiento del estado si finalmente resulta aprobada en el referéndum. Si finalmente en la votación la ciudadanía da apoyo a la reforma en Italia dejará de existir el "bicameralismo", que hace referencia a las funciones tanto de la Cámara Alta como de la Cámara Baja.
Por ejemplo, el Senado tendrá 100 senadores, lo que supone una fuerte reducción de los 315 senadores actuales y sólo dispondrá la competencia en materia de leyes que tengan que ver con la constitución, referéndum populares, sistemas electorales entre entes locales y la ratificación de los tratados internacionales.
Entre los inversores existe un indicador muy utilizado para valorar el riesgo político que atraviesa Italia y es establecer la comparación de la rentabilidad del bono italiano a 10 años frente al bono español. La brecha entre los costes de endeudamiento de España e Italia 10 años se ha disparado 41 puntos básicos, lo que supone el nivel más alto desde el año 2012.
¿Un nuevo golpe para el proyecto europeo?
En junio de este año, vimos cómo el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido dentro de la Unión Europea fue favorable al Brexit. Un duro golpe al proyecto de la unión, que ha visto tambalear sus cimientos y deberá establecer nuevas relaciones con el Reino Unido.
Quizá este referéndum pueda recordar a la votación francesa en el tratado de Maastricht en el año 1992. Recordando ese año, Europa contuvo la respiración, cuando François Mitterrand se dispuso a convencer a los franceses de la necesidad para el país de integrarse en el proyecto de la Unión Europea.
A día de hoy, muy probablemente el euro no habría podido construirse ser del mismo modo o simplemente no hubiera asistido, si Francia no hubiera apostado de manera intensa por la unión de varios países del entorno europeo a través de una moneda común.
Renzi intentará replicar el milagro alemán
En los años 90, Italia se había ganado competitividad a través de las devaluaciones sucesivas de la lira italiana. Pero dentro de la estructura del euro, este tipo de evaluaciones ya no son posibles debido a que se traspasa la política monetaria al Banco Central Europeo.
Renzi persigue con su ambicioso programa de reformas intentar replicar el milagro alemán vivido a principios de milenio. Por entonces, las reformas sociales de Gerhard Schroder, y la disciplina de la negociación colectiva contribuyeron a restablecer las finanzas públicas y la economía.
Sin embargo, a diferencia de Alemania que podía depender de un sólido sector empresarial en el año 2003, en Italia no hay lugar para las empresas innovadoras capaces de jugar un papel realmente relevante en el comercio internacional y la clase media ha sido debilitada a lo largo de dos décadas.
Situación económica de Italia en jaque
Italia vive una situación realmente delicada en su economía.. El sistema bancario italiano está infestado de una elevada morosidad que equivale al 18% de sus préstamos (360.000 millones de euros) y una deuda pública que ha escalado a 132% sobre su PIB.
El crecimiento económico de Italia es verdaderamente frágil, tras tres años de recesión apenas se expandió un 0,8% en el año 2015. para este año, el FMI vaticina que el crecimiento será del 0,8% y en el año 2017 ascendería al 0,9%.
El problema de crecimiento no es nuevo, ya que desde la formación de la moneda única, los países de la moneda única, en promedio, han crecido un 22%, mientras que la economía italiana ha avanzado un 4,4% desde 1999.
Estas tasas mínimas de crecimiento son insuficientes para resolver los problemas que sufre el sistema bancario del país. De hecho, al igual que España, si en primer lugar no se sanea el sistema bancario, será imposible ver un crecimiento sólido a largo plazo.