Viendo el debate en el Congreso de Diputados esta mañana y las propuestas de los principales partidos (PDF) que votarán en favor de la reforma a la Constitución, llegué a la conclusión que vemos en el título. Dicen que buscan que los gobiernos futuros, muy futuros ya que entrará en vigor en 2020, tengan la limitación constitucional y legal de crecer sus deudas y sus déficits sin límite.
Hay varias razones por qué los que están preocupados de que haya una limitación constitucional sobre la actuación económica de los gobiernos de este país no deben estar muy preocupados por los cambios que se están planteando. Piensan introducir un porcentaje límite de deuda del total de las administraciones públicas sobre el Producto Interior Bruto (PIB). No obstante, no hay que olvidar que esta cifra estará introducida en base a una ley orgánica del Parlamento, es decir, que los políticos la podrán cambiar. En el futuro, cuando España se pegue contra este límite de deuda contra el PIB, veremos debates parlamentarios enfurecidos como vimos en Estados Unidos hace poco con el voto para aumentar el techo de deuda estadounidense. Juegos políticos para aumentar su deuda.
También tendrán en cuenta algunas excepciones que les permitan flexibilizar las restricciones constitucionales supuestamente inamovibles, como se detallan en estas páginas. Establecerán el porcentaje permitido de déficit sobre el PIB, limitación supuestamente rígida. No obstante, este límite de déficit trae consigo excepciones en tiempos denominados complicados, que permitirán a los políticos saltarse las limitaciones a su antojo. Si hay recesión, catástrofes naturales, situaciones de emergencia extraordinaria y situaciones de peligro la sostenibilidad económica o social del Estado, todo decidido por el Parlamento, tendrán la posibilidad de flexibilizar sus políticas y de saltarse las limitaciones. Es decir, decidirán los políticos a su antojo.
Hablan mucho del déficit estructural, es decir, ese déficit que se ve en situaciones económicas normales y no el golpeado por la recesión. La medición de qué parte del déficit es estructural o normal dará a los políticos otra oportunidad para manipular y para hacer lo que quieran.
Además, no será a cambio de que Europa acepte los Eurobonos, como menciona como posibilidad Alejandro, pero todo lo contrario ya que, como Europa no va a garantizar la deuda española, los políticos españoles están buscando formas de recibir la confianza internacional para salir adelante y suena bien esto de reforma constitucional. También dudo que las agencias de rating estén impresionadas cuando vean los detalles.
No hablaré de la forma en que quieren cambiar la Constitución, votando políticos y no el pueblo, ni de que sólo conviene los cambios que ellos quieren y no otros pedidos por otros, porque eso es más política que política económica y no para estas páginas.
Los políticos mantendrán su potencial total de intervenir en la economía, con o sin limitación constitucional, quizás si debemos estar preocupados.
Todo este debate ofusca la realidad de las cuentas que es que se pueden ajustar sin ningún cambio constitucional. El despilfarro se puede eliminar, las leyes fiscales se pueden situar en su sitio y las cuentas se pueden equilibrar. Todo esto se puede y se debe hacer inmediatamente, como he pedido en estas páginas desde hace mucho. Seguimos esperando.
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