Bruselas ha echado hoy un jarro de agua fría al optimismo desbordado del Gobierno al rebajar drásticamente sus previsiones económicas sobre la economía europea en general y sobre la española en particular. La salida del pozo en el que se encuentra inmerso nuestro país será, por tanto, más difícil de lo esperado en un principio.
Así, Bruselas pronostica que nuestra economía crecerá un 1,2 % este año, un 1,7 % en 2015 (lo que supone cuatro décimas menos de la anterior previsión de la propia Comisión Europea y tres décimas menos de lo estimado por el Gobierno hace pocas semanas), y ya en 2016 el crecimiento sería del 2,2 %.
En lo que respecta al déficit público, desde la Comisión señalan que España no será capaz de cumplir el objetivo pactado del 5,5 % del PIB para este año. Sin embargo, dado que partíamos de un 6,3 % al cierre del pasado ejercicio, el incumplimiento será mínimo, de apenas una décima, por lo que nuestra economía cerrará 2014 con un déficit del 5,6 % del PIB.
Y las malas noticias no acaban aquí: las cifras del paro tampoco invitan al optimismo. Según las previsiones que maneja la Comisión Europea, la tasa de paro en nuestro país no bajará del 22 % al menos hasta 2017. En concreto, 2014 se cerraría con un 24,8 %, 2015 en un 23,5 % y 2016 en un 22,2 %.
Como señalamos en el título del artículo: muchas luces y pocas sombras en estas nuevas previsiones comunitarias. Especialmente me preocupa la proximidad de las próximas elecciones generales, que posiblemente motive a nuestro Gobierno a adoptar medidas populares en lugar de pisar el acelerador con medidas efectivas que sirvan para sacar a nuestra economía del atolladero en el que se encuentra inmersa.
Más Información | Previsiones Económicas de Otoño 2014 - Comisión Europea
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Imagen | Cancillería Ecuador