El sector de la construcción, pese a su paralización en plena recesión económica, está adentrándose en nuevos horizontes y apostando por un nuevo concepto; el de las viviendas modulares sostenibles. Una idea de hogar cada vez más extendida, pero a la par más sometida a las exigencias del mercado.
Según datos de la Plataforma para la Industrialización de Viviendas (PIV), la construcción modular sostenible en España representa poco más del 1% frente al 9% de Alemania, el 50% de Holanda o el 90% de las viviendas unifamiliares de Suecia. España aún tiene mucho camino que recorrer en este sentido, pero poco a poco los consumidores se van familiarizando con este innovador concepto.
Las casas modulares sostenibles se encuentran construidas fuera de su emplazamiento a partir de módulos que han sido realizados en una fábrica o taller para posteriormente trasladarse hasta el lugar definitivo donde se ubicará la vivienda. En las casas modulares sostenibles se da prioridad a la calidad de los acabados y a la aplicación de las nuevas tecnologías, como la IA, además de a la comodidad y a la seguridad de los operarios en su construcción.
Este nuevo concepto de vivienda no solo permite al usuario poder elegir el diseño de su nuevo hogar, sino también experimentar un ahorro económico y energético importante. De hecho, según el estudio reciente titulado ‘La sostenibilidad en la demanda de vivienda en España’, editado por Fotocasay Solvia, un 53,3% de los usuarios asegura que estaría dispuesto a pagar un sobrecoste por un inmueble siempre y cuando éste poseyese unas condiciones más sostenibles.
Las casas modulares sostenibles apuestan por una arquitectura basada en la bio-construcciónque supervisa todo el proceso, desde la fase de proyecto hasta la de obra, garantizando la calidad del producto final mediante programas específicos de diseño BIM (Building Information Modeling)de última generación.
Sus principales características
Los constructores de viviendas pasivas sostenibles condenan el uso de sustancias tóxicas en la fabricación industrial de materiales de construcción, apostando por sistemas de aislamiento térmico y acústico de vanguardia que garantizasen un respaldo sostenible y una gran eficiencia energética para el consumidor final. De este modo, se valen de elementos naturales para brindar las mismas comodidades que ofrecen las viviendas tradicionales, pero a un precio más económico.
Las casas modulares sostenibles cuentan con un diseño bioclimático, es decir, aprovechan al máximo los recursos del entorno. También son más eficientes, al incluir sistemas de ventilación mecánicos o unidades de recuperación del calor en sustitución de otros sistemas de climatización. De igual modo, apuestan por materiales naturales capaces de reducir la huella ecológica.
¿Es una apuesta económica?
Las casas modulares sostenibles varían en precio en función de los materiales empleados para su construcción. La madera es el material más habitual, y a la par el más barato, al ser ligero y reciclable y contar con un alto poder aislante y escaso mantenimiento. Una casa modular sostenible de madera podría costar entre 275 y 600 euros por metro cuadrado, siendo el precio total de unos 30.000 euros.
Por su parte, las casas modulares sostenibles de hormigón son más resistentes y requieren de menos mantenimiento, siendo su coste de entre 800 y 1.400 euros por metro cuadrado.
También aparecen alternativas como el acero o el PVC, que son más ligeros y versátiles. El acero permite apostar por una construcción más rápida e innovadora, siendo su coste de unos 90.000 euros por una vivienda de 100 metros cuadrados (900 euros/m2). Las casas modulares sostenibles de PVC ofrecen un buen aislamiento térmico y una inmejorable eficiencia energética, además de escaso mantenimiento. Sale por unos 500 euros el metro cuadrado, por lo que una vivienda de 100 m2 podría costar unos 50.000 euros.
Requisitos para construir una casa modular sostenible
Antes de levantar una casa prefabricada es importante que el terreno sea urbanizable, es decir, que cuente con todos los permisos para edificar en él y con los servicios de suministros necesarios. Los terrenos rústicos (destinados a usos agropecuarios o contar con algún tipo de protección) no están permitidos, salvo que se tratase de viviendas de corta duración y no cimentadas.
En España, las casas modulares que son bienes inmuebles (que cuentan con toma de luz y abastecimiento de agua pública) requieren los mismos permisos que una vivienda convencional. Precisará de permisos de construcción, ubicación, obra y cumplimiento de los requisitos de la LOE(Ley de Ordenación de Edificios) y el CTE (Código Técnico de Edificación).
Si la casa modular sostenible es un bien mueble, quedará exenta de licencia de obra para su construcción, ya que no se considera una vivienda, aunque sí precisará de un permiso para su ubicación, concedido por el ayuntamiento de la localidad.
Además, cada municipio cuenta con su propio Plan General de Ordenación Urbana y leyes que estructuran las condiciones residenciales. En dicho documento se recogen: altura máxima permitida, metros cuadrados edificables y tipo de vivienda autorizada a construir en ella. Una vez aprobada la vivienda, habrá que dar de alta a los suministros, solicitar la cédula de habitabilidad y la licencia de primera ocupación.
Ventajas de las casas modulares sostenibles
Son muchos los beneficios que impulsan a apostar por una vivienda modular sostenible en España. En primer lugar hay que destacar la versatilidad en el diseño y los materiales, ya que son viviendas estructuradas en bloques que encajan unos sobre otros, pudiendo ampliarla en función de las necesidades.
Además de la diversidad de materiales, y por ende, diversidad de precios, la sostenibilidad se convierte en un factor clave. Y es que las casas modulares sostenibles aprovechan al máximo cada uno de los materiales y ángulos previstos en la construcción. Así pues, el diseño está pensado para contar con paredes robustas que aíslen del frío mediante puentes térmicos, e incluso incorporarle placas solares y otras innovaciones técnicas como se recogen desde la Asociación de Sostenibilidad y Arquitectura (ASA).
A diferencia de las construcciones convencionales, las casas modulares sostenibles se caracterizan porque el presupuesto es cerrado, ya que queda cerrado desde la elección del modelo, el diseño y los materiales, independientemente del tiempo que se alarguen las obras. Además, se minimizan al máximo los trámites burocráticos, pues las casas modulares sostenibles de hormigón reducen los tiempos de construcción en un 75%.
¿Existen inconvenientes?
Aunque las casas modulares son una apuesta eficiente, este tipo de construcciones presentan un escaso margen de obra a la hora de aplicar modificaciones a la distribución de la vivienda, ya que se trata de diseños pre-establecidos.
Cualquier tipo de variación supondría un incremento del coste. En caso de modificar el terreno para su asentamiento, así como el precio de desplazamiento de los módulos son algunos de los factores que implican su encarecimiento.
De igual modo, suele ser más complicado acceder a una hipoteca, pues la cantidad que se abona al final es más cara y los plazos más cortos.
Las casas modulares sostenibles se han convertido en un concepto del presente en el mercado inmobiliario, pues la instalación in situ se rige por los estándares de la arquitectura bioclimática, aprovechando al máximo las condiciones naturales del terreno, como las características del suelo o la orientación solar.