En la última película de James Bond, Casino Royale los Aston Martin aparecen hasta en la sopa. En una de las primeras escenas aparece el viejo DB5 como el que pilotaba Sean Connery en sus películas, en otra de las escenas aparece el impresionante DBS que todavía no ha salido a la venta. Bastante promoción para un coche.
Toda esta publicidad no ha conseguido mantener la marca en manos del gigante americano Ford, después de tener sus mayores pérdidas en sus 103 años de vida se ve obligado a vender su fabricante de lujo a un grupo de inversión kuwaití y otras empresas, para salir adelante de la crisis. El precio, 706 millones de Euros. ¿Ha sido una buena venta o ha sido una buena compra? Desde estas páginas veníamos advirtiendo la tendencia a comprar coches más pequeños y baratos que estaba afectando especialmente a Alemania. Por otro lado el comprador de un Aston Martin no es el mismo que el comprador de un Mercedes-Benz, básicamente porque el segundo es un fabricante bastante más generalista. ¿Ha sido una buena decisión para Ford el librarse un fabricante que tendrá cada vez menos demanda para centrarse en vehículos generalistas pequeños y baratos que son los que incrementan las ventas? ¿O ha sido una mala decisión desprenderse de la marca más "cool" del Reino Unido para parchear los problemas que tiene con sus otras marcas?
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